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ENTREVISTA AS

Sufrió un accidente y hoy brilla en Brasil: “Recibí burlas y negatividad, pero el básquet me salvó”

En 2012 la vida le presentó una adversidad, pero a través de la Teletón logró encontrar su vocación: “El básquet me gustó por lo social”.

Sufrió un accidente y hoy brilla en Brasil: “Recibí burlas y negatividad, pero el básquet me salvó”

Hace 11 años, la vida de Zidan Linares cambió radicalmente. En 2012, el joven de La Pintana sufrió un grave atropello que lo obligó a utilizar una silla de ruedas por el resto de su vida. Sin embargo, ese accidente también lo forzó a encontrar una vocación en la que hoy goza de éxito: es jugador de básquet paralímpico del Tigres de Umuarama, de la Segunda División de Brasil.

“Antes de eso, yo hacía deporte, pero siempre fútbol, por un tema familiar. El básquet siempre me gustó, y el atletismo igual, entonces siempre estuve ligado al deporte. Cuando sufrí el accidente, estuve un mes en coma, y después de eso, para mi recuperación llegué a Teletón”, comienza diciendo, en conversación con AS. Justamente, la fundación fue crucial para él, porque ahí descubrió a qué quería dedicarse en esta nueva etapa.

“Ahí un profe de básquet hacía acondicionamiento físico, y él me vio y me ofreció varios deportes, desde tenis de mesa, natación, balonmano, y otros. Pero a mí me interesó el básquet, porque me gustaba la NBA, tenía un tío que jugaba, y es más colectivo. Yo creía en ese entonces que conocer otras personas con discapacidad se me iba a hacer difícil, no sabía cómo me iban a tratar, entonces pensé en el básquet por eso, por lo social”, complementa.

Hoy, Olivares no sólo juega en el extranjero, sino que también es seleccionado chileno de básquet paralímpico desde 2017 y ha sido multicampeón nacional con sus ex clubes, como el Deportivo Los Dominicos y Alpes (Amigos Leales por Siempre). Además, trabaja en Fundación Ronda, una organización que busca fomentar la inclusión.

María José Escudero, Directora de Incidencia y Desarrollo y Fundadora de Ronda, se refiere al caso de Zidan: “El deporte puede ser una herramienta para devolver sueños y esperanzas a las personas con discapacidad. Hay un largo trayecto para lograr un cambio cultural donde los veamos como sujetos con derechos”. El deportista, en tanto, ahonda en su vida en entrevista con este medio.

- ¿Usted cuándo se fue a Brasil?

- Yo me fui en abril para allá. Es una experiencia totalmente distinta, cómo viven allá el deporte, es mucho más profesional. El deporte paralímpico es diferente. Yo allá entreno de lunes a sábado, la mayor parte del tiempo tres veces al día, entonces el primer mes fue muy duro porque acá yo no hacía eso. Pasé de entrenar dos veces a la semana, a hacerlo cinco días. Pero el cuerpo se acostumbra. Hace poco participé en un campeonato chileno, por un equipo nacional al que pertenezco, y los demás notaban la diferencia. Y yo estoy en un club de Segunda División en Brasil, entonces, imagínate.

- ¿Cuáles son las diferencias del básquet de Brasil y Chile?

- En Brasil hay una cultura deportiva muy grande. Los niños, a temprana edad, ya conocen varios deportes, saben cómo se juegan, van conociendo ese mundo. Incluso, hay charlas en colegios que las hacen deportistas importantes, que juegan, no sé, en Primera División en el básquet de Brasil, o en la misma Selección. Ellos muestran cómo se vive el deporte y eso motiva.

- ¿Hoy puedes vivir exclusivamente del básquet?

- Hace como tres años me alejé del deporte, dije “hasta aquí llegué, ya no puedo mejorar más”, porque me sentía estancado en Chile, sentía que no avanzaba, que no tenía los apoyos. Además, en ese tiempo tuve una pareja estable, yo había empezado a trabajar también, entonces dije “o priorizo a mi familia, o sigo haciendo básquet”, así que lo dejé por un año y medio. Hasta que apareció un equipo, Gladiadores, que me llamó para ser ayudante técnico primero, porque el profe era del equipo Alpos, donde yo ya había estado. Y él me llamó. Y me interesó porque su visión era distinta: ellos no sólo querían participar, sino que querían competir, dedicarse a esto. Eso sí, quiero mencionar Renán Álvarez Gutiérrez, el profe de Coquimbo, fue una de las razones por las que me dediqué cien por ciento a esto. El Alpos lo trajo para salir campeón y fuimos tricampeones.

- ¿Cómo ha sido su trabajo en Fundación Ronda?

- Yo trabajé como técnico nivel medio en contabilidad, fueron más o menos cinco años, siempre con Fundación Ronda. Hice la práctica, quedé trabajando, y empecé a indagar en otras áreas, más ligado a la comunidad de personas en situación de discapacidad, entonces hacía proyectos que tenían que ver con deporte. En la Fundación siempre me apoyaron en lo que quería hacer, desde el ámbito profesional, o si quería estudiar, todo. Yo, además, seguía con mi crisis existencial en ese tiempo, hasta que una vez viajé con la Roja a Argentina y ahí conocí a seleccionados de otros países, que muchos ya vivían del deporte, y ahí pensé “esto es lo que yo quiero”. Y, a partir de ahí, lo más difícil fue el tema del apoyo. Recibí burlas, negatividad por querer dedicarme a esto. Incluso terminé con mi pareja. Todo mal, pero el básquet me salvó.

- Usted ha hecho charlas motivacionales, incluso. ¿Cómo se siente en ese rol?

- Sí, he dado hartas charlas en el colegio donde estudié, y también muchas charlas por la Fundación Ronda. Es algo que me gusta. Ahí he podido comentar también lo que significa salir adelante tras adquirir una discapacidad, que es muy diferente a nacer con una. Ha sido gratificante. Mucha gente se me acerca y me dice “tú me ayudaste a superar este momento” o cosas así.

- ¿Cómo se siente al ser seleccionado nacional?

- Para mí es un orgullo. Siempre fue mi sueño serlo. Representar a Chile es una emoción nueva, es enfrentarse a los mejores de todos los países. Este año tiene que ser mejor que el anterior. Quiero que mis compañeros más chicos sientan esa emoción de cantar el himno nacional y lo distinto que es. Y ahora se podrá dar en Santiago 2023, así que es una de las razones que tenemos para salir en primer lugar.