ENTREVISTA AS
Tiene 18 años y es una de las grandes promesas del pádel chileno: “Soy un luchador”
Agustín Eterovic es de Villa Alemana y representará a Chile en el Panamericano de menores que se jugará en Camboriú. En AS relata su historia.
Agustín Eterovic tiene 18 años y hace siete que conoció el pádel. Fue por una casualidad, porque a los 11 en una inauguración de un club de tenis, vio dos canchas distintas a las demás. “Eran de cemento, no sabíamos lo que era”, cuenta a AS Chile.
Esa curiosidad despertó un interés tan grande que hoy ‘Agus’ no imagina su vida sin el deporte que mueve masas día a día en el país. Eterovic es el menor de tres hermanos en una familia que es amante del pádel. Todos lo juegan, por lo que sus padres y hermanas entienden la pasión que el joven deportista tiene por la disciplina.
Con 18 años, Eterovic ya ha comenzado a codearse con jugadores importantes del concierto nacional. Ha sido campeón en Villa Alemana y también finalista en certámenes jugados en Viña del Mar, siempre en la categoría Open. Sus resultados han tenido un impacto claro: Eterovic fue nominado para representar a Chile en el Panamericano de Menores que se realizará en Camboriú, Brasil.
Su mayor ídolo, Fernando Belasteguín, ganó su primera Copa del Mundo dos años antes que ‘Agus’ naciera. “Es el mejor. A la edad que tiene y verlo competir de esa forma, ser 16 años consecutivos el número uno del mundo me da mucha motivación. Es un luchador, que tiene mucha garra y me identifico con él. Lo que más admiro de él es su cabeza. Me impresiona cómo maneja los momentos de presión”, cuenta.
- ¿Le costó cuando empezó a jugar o tenía talento natural?
- No sabría responderte si me costó o no, pero sí te puedo decir que ha sido muchísimo entrenamiento y esfuerzo para mejorar día a día.
- ¿Cuándo se dio se cuenta que quería dedicarse al pádel?
- El año pasado me lo tomé más en serio porque vi que tenía condiciones. Empecé a entrenarme más, competir mejor, jugar ante rivales que eran mejores y así subir mi nivel. A fines del año pasado me fui a Buenos Aires a hacer la pretemporada y ahora en vacaciones de invierno fui a hacer intertemporada, entonces me he dedicado mucho. Estoy entrenando muy bien.
- Fue a una academia de alto rendimiento en Argentina. ¿Notó mucha diferencia al trabajo que hay en Chile?
- Es que de partida las academias de alto rendimiento acá no existen. Es una metodología distinta, con muchas horas de entrenamiento y gimnasio y acá eso no se ve a ese nivel. Eso sí, se está trabajando para en el futuro llegar a eso, pero Argentina está muy avanzado y por eso tiene los mejores jugadores del mundo. Hay una brecha muy grande y falta harto para ese nivel.
- A la par de su carrera como jugador, cursa cuarto medio. ¿Cómo combina los tiempos?
- Tengo que hacer maravillas con el tiempo (ríe). Mis amigos me apoyan mucho y me ayudan demasiado, porque saben que me dedico a esto en realidad (ser jugador de pádel). Trato de compaginar muy bien ambas cosas para rendir en las dos y que no me falte tiempo.
- ¿Cómo es su rutina en un día normal?
- Depende de los horarios del colegio. El día que salgo a las dos de la tarde almuerzo en mi casa y luego voy al club a entrenar. Después hago físico en mi casa y si sale algún partido, mejor (ríe). Creo que lo máximo que puedo estar fuera de una cancha es un día (ríe). Me vuelvo loco si no juego.
- ¿Qué cree que le falta para dar el salto definitivo a primera? ¿Qué tan lejos se ve de los jugadores que hoy son seleccionados?
- Estoy en esa etapa, trabajando para llegar a ese nivel. Jugar en Open me sirve para acostumbrarme al nivel de primera y tendré que dar el salto en breve. Creo que lo que marca la diferencia en ese nivel es el ritmo y la intensidad de la pelota. La bola tiene un nivel más. Recuerdo que en mi primer partido en primera estaba muy nervioso, pero ya cuando estás adentro, todo eso se va y lo único que quieres es competir.
- Ha entrenado con Daniel Salinas, Agustín Anil y Noe Suárez, por nombrar algunos. ¿Qué le han entregado ellos que son jugadores y entrenadores reconocidos a nivel nacional?
- Voy sacando lo mejor de todos. Entrenar con tantas manos diferentes te da un plus y ciertas cosas que te hacen mejor jugador. Me gusta aprender y mejorar.
- ¿Cómo definiría su juego?
- Mi juego es táctico y mental. Además, el físico siempre se va a necesitar sobre todo en categorías así. Tengo mucha garra, soy un luchador. Me definiría como un jugador más de ataque que de defensa.
- Comentaba anteriormente que su ídolo es Fernando Belasteguín. ¿Tiene otros referentes?
- Me encanta ver jugar a Agustín Tapia. Él me motiva a seguir entrenando porque es muy joven y verlo competir en ese nivel es admirable.
- Ha invertido muchísimo en su carrera. ¿Dicha inversión ha sido solamente de su familia o ya tiene auspiciadores?
- Tengo auspiciadores que me brindan paletas (Körde), ropa (Noia Sportswear), suplementos deportivos (Power and Nutrition) y un club de pádel (Centro Deportivo LaTorre) donde hago clases, lo que me permite obtener ingresos y donde me dejan entrenar. Todos esos sponsors me hacen posible competir de la mejor manera. Por otro lado, es toda inversión de mi familia. Aún no puedo vivir del pádel.
- ¿Eso le genera una presión extra? ¿Tener resultados dado el esfuerzo familiar que hay detrás?
- No, de hecho me hace esforzarme mucho más. Todos mis logros son para mi familia y me apoyan incondicionalmente.
- ¿Es una opción para 2023 ir a competir a Argentina?
- Es una de las alternativas que están sobre la mesa, pero aún no hay nada definido.
- ¿Cuál es su meta en esta carrera?
- Primero, seguir entrenando duro. Luego, consolidarme en la primera de Chile y competir internacionalmente.
- ¿Cómo toma el ejemplo de Javier Valdés? Es el primer chileno que apostó por irse a España para llegar al World Pádel Tour.
- Para mí es un modelo a seguir. Se la jugó y a la vista están sus logros.