Tiene 20 años y lidera la nueva camada de Chile: “Sin mi familia no estaría acá”

Benjamín Torrealba (20) atiende el llamado de AS Chile desde Kursumlisjka Banja, un pequeño pueblo de Serbia que quedará siempre en la memoria del tenista chileno. Allí, consiguió la primera final de singles a nivel profesional, en un M15 que le permitió subir al puesto 900 del ranking que se verá reflejado en los próximos días.

Para el ‘Conejo’, no solo significó un ascenso considerable en el escalafón mundial, sino que fue la confirmación de poder competir a nivel pro. “No podía llegar a los cuartos de final, entonces cuando lo hice, empecé a jugar mucho más tranquilo”, cuenta a AS el primer chileno categoría 2005 en alcanzar la final de un ITF profesional.

- ¿Cuándo se dio cuenta que podía tener una semana así?

- En la semana anterior había jugado bien, pero quizás me costaba mantener el nivel durante más tiempo o saber sufrir los momentos malos. Había pasado la qualy y llegado a octavos. Y en este último, gané una primera ronda durísima y me dio muchísima confianza para soltarme.

- En esta gira también hay muchos chilenos. ¿Cuánto ayuda para adaptarse mejor a estar tan lejos de su casa?

- Mucho, porque la gira está siendo muy larga. Estuve un mes en interclubes en Francia también, entonces se hace pesado estar tanto tiempo lejos de Chile. Ahora hemos estado juntos con los chicos que entreno regularmente en Chile y además los entrenadores, que se hace todo más fácil. Gonzalo (Lama) y Juan Pablo (Sánchez), mi preparador físico, nos acompañan acá y todo es más llevadero. Son un apoyo muy grande.

- ¿Qué ha podido aprender de Gonzalo Lama en estas semanas de trabajo?

- A Gonzalo lo conocía de entrenamientos, pero estas semanas hemos estado mucho más tiempo juntos y lo admiro mucho por lo que sabe. Tiene mucho recorrido y ha sido un tremendo aporte, estoy muy agradecido de él. Los consejos más importantes que me ha dado es que me mantenga muy intenso todo el partido y que sepa sobrellevar la semana cuando se hace larga porque no hay partidos. Y fuera de la cancha es como si fuese un hermano mayor (ríe).

- Está en un pueblito de Serbia. ¿Cómo es la vida ahí?

- Es realmente muy pequeño y casi no salimos del club porque tenemos todo aquí. A veces se hace difícil la comunicación porque pocos saben inglés. Yo sé lo básico, pero me hago entender (ríe).

- ¿Cómo reaccionó su familia con esta semana?

- Estaban muy felices. Por la diferencia horaria no los podía llamar inmediatamente, pero cuando hablábamos, veía su felicidad por el trabajo que hemos hecho todos. Sin ellos, no estaría acá. Siempre me inculcan que mantenga la humildad para replicar esta semana cada vez más en mi carrera.

- Cumplió 20 años y los festejó lejos de Chile. ¿Se acostumbra a vivir un día tan especial sin sus cercanos?

- Creo que los últimos tres cumpleaños los he pasado lejos (ríe). Obviamente uno extraña harto a la familia, Chile en sí, pero estar con la gente que comparto en el día a día del tenis. Por suerte esta semana me fue muy bien, pero cuando uno está en un mal momento, es mucho más duro.