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Un chileno logra su segundo récord continental

Sebastián Lira se vuelve la veinteava persona del mundo en pasar la barrera de los 120 metros de profundidad en el mar con un solo respiro.

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Tras meses de preparación y dos intentos fallidos del récord continental, este domingo 30 de noviembre Sebastián Lira logró un hito para Chile y América al conseguir sumergirse en apnea 121 metros en modalidad monoaleta. Esto lo posiciona como la veinteava persona del mundo en lograr esta hazaña y el primero del continente.

Este hito ocurrió durante la realización del campeonato Deep Dominica que se efectuó entre el 24 de noviembre y 1 de diciembre en las islas de Dominica, lugar que lo ha alojado durante los últimos meses y en donde ya había logrado la inmersión dos veces, una en modalidad de entrenamiento y otra durante el campeonato Blue Element, pero en donde quedó descalificado su marca al tocar la cuerda fuera de lugar.

El récord continental absoluto lo tenía a la fecha el mexicano Pedro Tapia con 119 metros batiendo la marca de Carlos Coste de 116 metros que llevaba más de una década sin ser superada durante la competencia Blue Element.

“Este logro me deja con mucha hambre y motivación para el próximo año. Creo que todavía no he encontrado mi límite. En cuanto al récord, mi técnica estuvo buena, tuve oxígeno de más, pude ecualizar mis oídos hasta el fondo y manejar la narcosis” cuenta el apneísta tras el récord panamericano.

De esta manera, Sebastián Lira culmina su temporada 2025, entregando a Chile y al continente completo tres reconocimientos mundiales, con un primer lugar en Blue Element en bialeta al alcanzar el récord de los 116 metros (6to mundial), y dos primeros lugares en Deep Dominica fijando una marca en inmersión libre de 116 metros (10mo mundial) y otra con los 121 metros en monoaleta (14vo mundial). Esto lo sitúa en la élite mundial del freediving.

La dificultad del logro: más allá de los récords

Los logros de Lira se subrayan al considerar la extrema dificultad del freediving a estas profundidades. Bajar 121 metros expone al cuerpo a 13 atmósferas de presión, lo que requiere técnicas avanzadas para compensar los oídos y evitar lesiones graves en el sistema respiratorio y nervioso.

Durante su preparación, Sebastián enfrentó la dureza del deporte: “Al hacer superficie en uno de mis buceos profundos, escupí sangre. Afortunadamente, los pulmones se recuperan pronto si se respeta el tiempo necesario y se toman precauciones. A estas profundidades se requiere flexibilidad y confianza absoluta de que puedes manejar este peligroso entorno.”

El apoyo incondicional: Kapin Capital

El éxito de Sebastián Lira fue posible gracias al apoyo incondicional de Kapin Capital, una empresa chilena que confió en su proyecto cuando otras puertas se cerraron.

“Kapin Capital demostró que la valentía de apostar por lo extraordinario aún existe. Juntos vamos a demostrar que (casi) nada es imposible para quienes se atreven a tomar riesgos calculados,” aseguró Sebastián Lira.

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