ENTREVISTA AS

Un histórico de Chile anuncia su retiro: “Si no fuera por el deporte, quizás ahora no estaría vivo”

“Ya es hora de dar vuelta la página, estoy enfocado en mi escuela para sacar a nuevos campeones”, señaló el campeón del mundo nacional.

Felipe Romo

Uno de los chilenos más condecorados de los deportes de contacto anunció su lucha de retiro este próximo 6 de abril, cerrando una exitosa carrera de más de 20 años de recorrido. Miguel Ángel “Masacre” Araneda colgará los guantes y, en conversación con As Chile, repasó los capítulos más difíciles de su vida: “Cuando yo tenía 18 años caí en una depresión que me llevó a querer quitarme la vida (...) Lo único que me ayudó fueron mis ganas de subirme al ring”.

Araneda también entregó detalles sobre sus nuevos proyectos y el nuevo rumbo que tomará. “Ya es hora de dar vuelta la página, estoy enfocado en mi escuela para sacar a nuevos campeones”, compartió.

- Se aproxima su lucha de retiro. ¿Cómo vive este momento?

- Sí, el 6 de abril voy a tener mi pelea de retiro del kickboxing, combatiré contra un profesor de Argentina que hace clases en Miami. Esto va a ser defendiendo uno de los títulos que tengo, así es que estoy muy motivado, tengo muchos sentimientos encontrados. Llevo años analizando esto. Voy bien preparado, tengo la experiencia y vengo psicológicamente fuerte.

- ¿Cómo tomó la decisión del retiro?

- Estoy enfocado en otros proyectos, en potenciar mi marca, lo que es mi escuela para poder sacar nuevos campeones. Yo creo que ya es tiempo de dar vuelta la página al menos en lo que son las competencias. La verdad es que es muy cansador, por eso decidí retirarme al menos del kickboxing.

- ¿Cuáles son esos proyectos de los que habla?

- Mi escuela Mankuntkdsport, de la comuna de El Bosque, lleva 7 años. Hemos sacado a hartos chicos de las calles, de las drogas, depresión... Ahí veo un poco lo que me ha tocado vivir a mí. A mí me salvó el deporte de contacto, si no fuera por el kickboxing quizás ahora no estaría vivo. Para mí es muy importante transmitir este deporte a los más jóvenes y hemos tenido buenos resultados, tenemos campeonatos y eventos casi todos los fines de semana y a nivel latinoamericano Chile ha crecido bastante en los deportes de contacto.

- ¿Desea que su historia inspire a sus alumnos?

- Claro, mi historia ha sido bien sufrida y muy triste. Mi mamá me abandonó cuando yo tenía un año de edad y recién la conocí a los 20 años. Mi padre y mi abuelita siguieron conmigo, gracias a Dios. Cuando yo tenía 18 años caí en una depresión, que me llevó a querer quitarme la vida, gracias a Dios eso no resultó, por decirlo de alguna manera. Me acerqué mucho a mi padre, que es instructor de artes marciales, y me empecé a dedicar a esto. Fue una lucha constante entre seguir por el mundo de lo que es la calle o tomar el camino del deporte.

- ¿Cuál fue el momento que marcó su nuevo rumbo en ese entonces?

- En ese tiempo me pasó algo muy injusto. A los 21 años me tomaron detenido y justamente fue por involucrarme con otras personas. A los dos meses salí absuelto, pero yo lo único que quería era borrarme del mundo. Lo que me ayudó a salir de todo esto fueron mis ganas de pelear, de subirme al ring...

“Un profesor me dijo que dejara el alcohol, el cigarro y la droga... De ahí no me detuve más”

- ¿Cómo cambió su vida desde ese momento?

- Me metí al boxeo de lleno, comencé a hacer mi camino y poco a poco dejé todo esto atrás. Yo tenía un profesor, Luís Díaz, que en paz descanse, y le dije que quería pelear, entonces él me contestó: “Tienes que dejar el alcohol, el cigarro y la droga”. Desde ahí, nunca más me detuve, solo quería subirme a un ring y gracias a Dios llevo más de 20 años en esto. Logré mi sueño de ser campeón mundial, pude convertirme en el luchador profesional con más títulos en Chile.

- El deporte salvó su vida...

- Sí, lo único que mantenía mis ganas de vivir era poder subirme a un ring a pelear, quiero transmitir esto a los más jóvenes Cuando estuve detenido y se demostró mi inocencia, a los dos meses me absolvieron de todo, pero eso no cambia que manchas tu imagen. Hay cosas que uno ve ahí dentro, lo que es el bien y el mal. Mis ganas de pelear me ayudaron a salir adelante, fue una lucha interna que se mantiene hasta el día de hoy. Tengo a mi familia, a mi esposa y mi hija, también está mi escuela, y poder estar con mi padre. Eso es lo que yo quiero transmitir, que sí se puede.

- En su escuela, ¿ha visto situaciones similares a las que vivió?

- Sí, es algo que sigo viendo. No es casualidad que llegue gente con situaciones muy parecidas a las que viví, la cosa es no echarse a morir, hay que valorar tu vida y tu cuerpo. Si tu menta está sana, tu cuerpo también lo va a estar, todo es en base a la disciplina. Hay chicos que pasan situaciones problemáticas, a veces eso conlleva a no quererse, a querer quitarte la vida o sufrir injusticias como las que viví yo.

- ¿Cuál fue el momento más complejo que le tocó vivir?

- Lamentablemente, lo mío paso por una mala junta, yo tenía un amigo que estaba metido en temas de narcotráfico, formaron una banda y antes, para que ellos pudieran hacer cosas, necesitaban ocho personas. Eso me explicó mi abogado en ese momento. Y bueno, como yo era amigo de él, me involucraron en esto, pero yo no tenía idea en lo que andaba metido. Mi familia sufrió por esto, éramos bien humildes y el abogado era caro, además quién me iba a devolver los dos meses que estuve encerrado. Sufrí el abandono de mi madre, no querer estar en este mundo, pero ahora soy un hombre muy feliz. Quiero transmitirle a mis alumnos que la salud mental y física son súper importantes.

- En este momento de su vida, ¿cómo valora su trayectoria como luchador profesional?

- Ya tengo 41 años, para mí haber estado vigente más de 20 años en el ring, ser tanto tiempo deportista profesional y viajar por el mundo, a mí me deja muy feliz. Todo esto para mí es muy importante.