Una ex promesa chilena vuelve del retiro: “Mi padre fue el único que me apoyó; no estuve muy bien psicológicamente”

Bastián Malla (28 años, sin ranking) festeja eufórico luego de vencer al argentino Nicolás García Longo por doble 6-1 en la primera ronda del M15 de Santiago. Para el tenista chileno no es un partido más: significa su regreso al Tour luego de más de dos años. En los días previos superó la qualy del certamen, pero ahora redebutó en un cuadro principal.

En 2022, el ex 362 del ranking fue castigado por doping, pero su alejamiento obligado, que sólo implicaba cerca de tres meses, se terminó extendiendo indefinidamente y, más tarde, se transformó en una elección voluntaria. Así fue el abrupto término de una de las grandes promesas del tenis nacional. Hasta éste miércoles 15 de enero, cuando retornó en el Court 3 del Stade Français.

Tras el duelo, el antofagastino aceptó charlar con AS y reveló en qué se enfocó durante el tiempo en que estuvo retirado. “Me ha costado mucho llegar acá donde estoy. He pasado muchas cosas feas y, bueno, estoy contento, y agradecido de poder estar de vuelta en el circuito profesional y estar dentro de una cancha de tenis”.

- Después de dos años fuera del circuito, ¿qué tan especial es éste triunfo?

- Bueno sí, me lo tomo muy bien. En un momento había dejado de jugar tenis, por mi propia cuenta, porque mi padre era el único que me apoyaba... Pasaron muchas cosas familiares que me hicieron decidir dejar el tenis, por dos años y algo. Hace poco quise retomar gracias a mi entrenador, Alejandro Casals, quien me motivó y me inspiró a volver a una cancha de tenis. A él le agradezco.

- ¿Fue difícil alejarse del tenis cuando había dedicado su vida al deporte?

- La verdad es que estuve un poquito mal, no estuve muy bien psicológicamente. Así que me fui a Antofagasta, fui a dar clases de tenis, y también a trabajar con mi padre allá. Me sirvió mucho, para madurar y ver lo difícil que es la vida fuera de la cancha. Estoy contento con regresar y todo lo que se venga va a ser bueno.

- Recién tiene 28 años y le queda un buen tiempo como tenista por delante. ¿Cómo proyecta éste año?

- No me proyecto con ningún ranking, la verdad es que quiero disfrutar partido a partido, ver hasta dónde puedo llegar. Quiero dedicarme cien por ciento al tenis, como nunca lo he hecho antes y ver hasta dónde llego. Tengo que seguir trabajando.