ENTREVISTA AS

Una nueva polémica remece a Chile: “Estoy con psicólogo, ha sido muy doloroso”

Hace unos días iniciaron las Olimpiadas de Ajedrez en Hungría. En AS, Francisca Sánchez alega que fue excluida de la nómina injustamente.

El pasado martes 10 de septiembre comenzó la cuadragésima quinta versión de las Olimpiadas de Ajedrez, que este año se celebran en Budapest, Hungría. La delegación chilena para el evento está compuesta por cinco hombres y cinco mujeres, quienes debían cumplir con una serie de resultados y normativas para clasificar a la cita.

Sin embargo, se levantó una polémica recientemente: Francisca Sánchez, quien figura entre los ocho mejores jugadores activos, fue excluida de manera injusta, según dice. El reglamento indicaba que se requería un mínimo de 42 partidas presenciales computadas en el listado de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) entre el 1 de abril de 2023 y el 1 de abril de 2024 para ser elegible. Sánchez cumple con este criterio.

En diálogo con AS, cuenta que su participación en Hungría, en teoría, estaba asegurada, pero algo sucedió a último momento. La joven jugadora de 20 años, quien a su corta edad ya es Maestra FIDE, explica que fue sustituida en el equipo por otra jugadora, quien no registró la cantidad de partidas necesarias para integrar el elenco. “No le echo la culpa a ella tampoco, pero sí a la Comisión”, señala.

- Entiendo que la Comisión Técnica es quien decide, finalmente, quiénes van o quiénes no.

- Claro. La nómina debió haber salido a principios de abril y fue publicada a fines de mayo. Se demoraron demasiado y, obvio, eso ya me generó suspicacias. Yo mandé una carta de apelación a la Comisión Técnica de la Federación de Ajedrez, que, como dices, decidió quiénes irían a las Olimpiadas pasando por encima de un reglamento. Ellos solicitan 42 partidas computadas en el año por la FIDE, que es la página oficial, una regla con la que yo cumplí. Pero fui reemplazada por alguien que no cumplió con esa cantidad de partidas. La Comisión lo único que respondió a mi carta de apelación fue que era un reglamento en marcha y que se podía modificar, algo que no se dijo nunca con antelación. Ellos, para contabilizar las partidas, decidieron basarse en la página chess-results, un sitio que todos los que estamos ligados al ajedrez, sabemos que no es oficial.

- ¿Ha tenido apoyo de otros ajedrecistas?

- Sí, de hecho, el número uno de Chile habló con la presidenta de la Federación y le dijo que había que revisar bien esos vacíos reglamentarios, pero nada, a ella no le importó. Entonces quedó todo ahí y fue súper triste. Uno de los árbitros que componía la Comisión Técnica, además, conocía a la chicha que me reemplazó, era más cercana a ella que a mí. La Federación sabía esto, pero lo pasó por alto.

- ¿Esta es una situación que ocurre por primera vez o ya ha pasado antes con otros jugadores?

- Yo creo que es primera vez que pasa algo así, porque esta Federación es relativamente nueva, asumió en 2023 si no me equivoco. Pero, como te decía, el hecho de que se hayan demorado varias semanas, ya levantó sospechas. Se hablaba de que yo iba a quedar fuera e iban a incluir a otra persona, y se generaron cahuines. Yo le mandé las cartas al ex gerente técnico de la Federación, Jorge Egger, y hasta él me encontró la razón. Pero bueno, yo ya no fui a las Olimpiadas y sólo hago público esto para que a ningún otro jugador le vaya a pasar lo mismo que a mí. La gente debe enterarse que no se están haciendo las cosas bien.

- ¿Cómo se enteró que no iba a ser considerada?

- Fue un día que estaba entrenando con mi profe y, de repente, me empiezan a llegar muchos WhatsApp preguntándome si estaba bien. Y yo quedé como “¿por qué?”, hasta que una amiga me envió la nómina y yo no estaba. Fue súper fuerte, muy doloroso, porque además había hablado con mi profe esto, qué pasaba si me dejaban afuera. Pero era difícil, porque en teoría yo debía estar. Me ha costado procesarlo, de hecho, cuando me hablan del tema, como que lo esquivo. Me da rabia, pena, tengo muchas emociones juntas.

“Mi papá y mi mamá siempre he han apoyado en todo”

- ¿Ha tomado algún tratamiento para orientar esas emociones?

- Estoy con psicólogo, porque ha sido mucho. He luchado con estas sensaciones. Las respuestas del Comité Técnico fueron crueles… Ver que a la presidenta de la Federación no le importaba. Ella dijo “no, yo confío en la Comisión” y listo. Quedé atada de manos. Además, varios de los que están en la Federación ni siquiera son ajedrecistas, entonces ni saben cómo funciona esto. Yo soy de Recoleta y no soy una persona de muchos recursos, entonces he tenido que recibir mucha ayuda y doy gracias por eso, a toda la gente que he conocido en este camino del ajedrez. Y a mis padres, que son mi principal motor. Mi papá siempre me apoyó y mi mamá me hacía levantarme a las seis de la mañana para trotar y después ir a entrenar ajedrez, cuando necesitaba prepararme para las competencias nacionales.

- Sus padres fueron quienes la incentivaron, entonces...

- Sí, comencé a los 11 años a jugar ajedrez. Mi papá es profesor y me enseñó. Él daba clases en el Instituto Nacional y recuerdo que un día me llevó a jugar allá, uno de los niños me dijo “podríamos jugar una partida”, y yo le gané. Me puse contenta y pensé “ah, tengo talento” (sonríe). Y a partir de ahí me lo empecé a tomar en serio y estudié ajedrez. Fui tres veces vicecampeona sudamericana, tengo el título de Maestro FIDE, he sido vicecampeona de Chile, he ganado títulos nacionales juveniles, así que sí, me ha ido bien.