Arias no gana partidos

Gabriel Arias ha jugado 18 partidos con la Roja y si nos ponemos a pensar de forma rápida, no se nos viene a la mente ninguna gran tapada. Queda la idea de que ataja lo que hay que atajar, pero que no se puede esperar mucho más.

Ayer ante Argentina fue la mejor muestra. Tuvo un par de achiques y algunas estiradas, nada del otro mundo, pero dejó dudas en el remate de Julián Álvarez que significó el 2-0. Tapó las obvias, pero no pudo con una pelota que era de mayor exigencia.

Además, da la sensación de que no es un arquero que otorgue seguridad. Pese a su enorme experiencia y a sus grandes momentos en un grande de Argentina como Racing, su cara siempre denota nerviosismo y tensión. Está claro que no es el mismo que uno ve en el arco del cuadro de Avellaneda.

Cómo olvidar que en la Copa América 2019 se vio muy afectado con las críticas de los hinchas nacionales y colapsó. Decidió cerrar su cuenta de Instagram.

Otro punto en contra es su discreto juego con los pies. Si se observa con detención, ante Argentina casi todas las pelotas que le dieron los defensas terminaron en el poder de Argentina o fuera de la cancha. Hoy por hoy un portero es clave a la hora de iniciar la posesión y debe tener claridad. No reventar todo lo que le llegue.

¿Quién debe jugar entonces? Si Brayan Cortés hubiese emigrado a la liga argentina a inicios de año, tal vez su suerte con la Roja sería distinta. De todas formas, no hay que obviar que ha rendido muy bien en la Copa Libertadores y eso eleva su estatus. Además, ya ha dado varias muestras de que se puede confiar en él para la Roja. Sin embargo, Gareca parece no tenerlo entre sus predilectos. Lo dejó claro en la última Copa América, donde acabó siendo el tercer portero.

La otra opción es Lawrence Vigouroux, de presente desconocido para la mayoría, pero que ha dado pasos adelante en el último tiempo. Más allá de no jugar durante la temporada pasada, estuvo en la Premier League, con todo lo que eso implica, y hoy es titular en la segunda categoría de Inglaterra, una liga de primer orden a nivel europeo.

Arias ya tuvo 18 pruebas, 18 oportunidades. Y sigue en deuda. Está claro que ningún arquero chileno es o será como Bravo, pero Arias parece ser el que está más lejos del ex capitán.