Colo Colo y la supremacía ante un rival inferior
Estaba dentro de las posibilidades, considerando la jerarquía futbolística a priori de River Plate. Al final, Colo Colo cayó por 1-0 en el Monumental de Buenos Aires y se despidió de la Copa Libertadores en los cuartos de final. ¿Eliminación digna? No, nada qué ver. Los albos merecieron otra suerte. Fueron superiores en el balance general del enfrentamiento ante un rival discreto y superable.
River Plate se encuentra en plena etapa de reconstrucción y lo dejó en evidencia frente a Colo Colo. Antes de la serie contra los albos, se gastaron millones de dólares en refuerzos y no les alcanzó para imponerse en el trámite de ambos partidos. Rearmaron la defensa, con Paulo Díaz (el mejor central del fútbol de Argentina, según los propios trasandinos) como único sobreviviente. Igual en Santiago, de suerte y por las atajadas de Franco Armani, no terminaron perdiendo.
A los argentinos, de local, les bastó un inicio con algo de control del balón y acciones de ataque espaciadas para quedar 1-0 en el marcador y luego ‘manejar’ el trámite del partido. Haciendo tiempo y demorándose mucho para ponerse de pie tras alguna lesión dudosa. River Plate no cruzó la mitad de la cancha durante el segundo tiempo. Tampoco contó con una opción clara de gol ni exhibió capacidad para desarrollar momentos de posesión orientados, incluso. solo hacia la circulación del balón.
Ahí Colo Colo debió apurar más. Tal vez, Almirón pudo haber intentado con un doble ‘9′, integrado por Javier Correa y Guillermo Paiva. Una dupla de choque y juego, para pelearles más a los centrales rivales. Sin embargo, el paraguayo reemplazó al ex Estudiantes de La Plata, lo que provocó sorpresa. Ese no era la sustitución. Al DT, le faltó más arrojo hacia el todo o nada. Siguió con Carlos Palacios, supuestamente, como segundo punta. Allá bien lejos del área rival, sin incomodar a los defensas y haciéndoles la vida fácil.
En lo que sí estuvo certero el DT fue en la definición del sistema de juego contra River Plate, en Buenos Aires. Finalmente, Almirón optó por el esquema 1-3-5-2. Con Mauricio Isla y Lucas Cepeda, en su rol de carrileros, bien adelantados en el uno contra uno ante los laterales rivales, intentando recuperar y manejar el balón lejos de Brayan Cortés. Resultó, porque Colo Colo tuvo el control de la pelota, aunque remató muy poco hacia el arco de Armani. Desde el inicio, faltó alguien al lado de Correa para atraer a los zagueros rivales. Generando el 2 vs 2 en el espacio central de ataque, tal vez el volumen ofensivo hubiera sido mayor.
Una lata la eliminación. En la cancha, el cuadro chileno fue superior. De eso, no hubo dudas en la ida ni tampoco ayer en el Monumental de Buenos Aires. Con más ataque -ante un rival con harto nombre, un público enfervorizado y gran historia, pero poco juego- la suerte de Colo Colo pudo ser mejor.