El entrenador que necesita la UC
No hubo caso y, luego de seis derrotas en los últimos siete partidos del Campeonato Nacional, Cristian Paulucci debió dejar la dirección técnica de Universidad Católica. Poco importó en San Carlos de Apoquindo la complejidad de los dos desafíos inmediatos, ante Colo Colo por el torneo local y contra Flamengo en la Libertadores. Durante la noche del lunes, anunciaron que el argentino no era más el entrenador del primer equipo. El contexto en el que se dio la salida deja en claro que el proceso de Paulucci, en el entender de la dirigencia, no daba para más.
Nunca el fútbol deja de sorprender con sus incertezas. Hace un par de meses, en la UC estaban plenamente convencidos de que con el DT era posible seguir haciendo historia con lo que hubiera sido un extraordinario pentacampeonato. Sin embargo, todo se fue abajo. Hoy, los cruzados son el equipo con más derrotas en la liga chilena. Además, solo La Serena, que también desvinculó a Ivo Basay, los supera en los goles en contra. De ser nuevamente campeones y disputar mano a mano con Talleres de Córdoba el segundo lugar del Grupo H, para acceder a la segunda ronda de la Libertadores, ahora la idea es encontrar pronto un nuevo DT y que el control de daños sea lo más eficaz posible.
Poco hubo que esperar para que surgieran candidatos a ocupar el cargo. El primero que apareció fue Juan Antonio Pizzi, campeón con la UC en el torneo anual del 2010. Posteriormente, se sumó Eduardo Berizzo y a continuación Ariel Holan. Parecen ser las alternativas con mayor realidad, porque lo que pasó con Alexander Medina, ex DT uruguayo de Inter de Porto Alegre y Talleres de Córdoba, fue impresentable. Su agente, antes de que se anunciara la salida de Paulucci, afirmó que lo habían contactado desde San Carlos de Apoquindo. Para hacerla más linda todavía agregó además que de la U también le habían hablado, como si a Santiago Escobar ya lo hubieran echado.
Berizzo es la mejor opción para asumir el desafío de enfrentar la crisis en la UC e intentar levantar al equipo. La duda que surge es si está dispuesto a volver a una de las ligas menos competitivas de Sudamérica. No olvidemos que el hombre dirigió en España, a Celta de Vigo, Athletic Bilbao y Sevilla, y hace poco no más era uno de los detés de las Eliminatorias al Mundial de Qatar, en la banca de Paraguay. Capaz que acepte bajarse el sueldo para volver a dirigir, pero el tema es que no sabemos si está con disposición para descender varios peldaños en la exposición de su labor.
El ex ayudante de Marcelo Bielsa en la Roja, hasta antes de la salida de Paulucci, era uno de los candidatos también para llegar a la Roja. La UC es un club notable, con una base institucional que nadie exhibe en Chile e incluso en Sudamérica, y en los últimos años barrió con todos sus oponentes a nivel local. Sin embargo, una cosa es dirigir a una selección nacional, que pese a las dos fracasos en las Eliminatorias anteriores algo de prestigio todavía tiene, y otra muy diferente estar al mando de un club en un torneo que no le hace ni cosquillas a los más atractivos del continente. Si observamos cómo nos ha ido en los campeonatos internacionales, con suerte superamos apenas o equilibramos a las ligas nacionales más débiles de esta parte del mundo. La estadística es brutal en cuanto al nivel de desempeño chileno.
Seguramente, no faltarán los que digan que cómo la UC se plantea contratar a Berizzo. Argumentarán que le fue como la mona en su paso por la selección paraguaya. Sí, es verdad, el ciclo del argentino resultó decepcionante, no hay que darle más vuelta al asunto. Sin embargo, la principal crítica con la que debió luchar el estratega tuvo que ver con la forma de juego que intentó poner en práctica. No le perdonaron que intentara dejar atrás el Ataque Directo, que es parte del ADN de la escuadra albirroja, por un Modelo de Juego con un énfasis ofensivo distinto. Tampoco que tratara de recuperar el balón más adelante en la cancha, prescindiendo del Reagrupamiento Defensivo (Bloque Bajo de Presión). Aseguraban, sobre todo en Asunción, que el equipo se regalaba defendiendo tan adelante.
Hasta los últimos segundos de su gestión en Paraguay, Berizzo siempre procuró evitar los pelotazo frontales o el envío de centros desde los costados como único repertorio. Desde un primer instante, el argentino se atrevió con el Ataque Construido, como forma colectiva predominante en ofensiva, y un Bloque Alto o Medio de Presión al instante de defender. Fueron postulados contraculturales en el país y claramente no dieron el resultado esperado.
Lo concreto es que estos ejes del Modelo de Juego de Berizzo encajan plenamente con el ADN de la UC. Podríamos haber gastado harto tiempo diciendo que el argentino conoce el fútbol chileno, que salió campeón con O’Higgins, mencionar su papel en el surgimiento de la Generación Dorada como ayudante de Bielsa y blablablá. Pero, esto no es lo central del asunto. El entrenador intenta desarrollar patrones de comportamiento colectivos en la cancha que son también los que llevaron al éxito al tetracampeón. Si llegara a San Carlos de Apoquindo, no tendrían que contarle en profundidad cómo deben proceder, en términos futbolísticos, los cruzados. El acople sería inmediato y para un equipo en crisis puede constituir una enorme ventaja.