Gareca se pasó para ser buena gente en la Roja, pero...

Pronto, la actividad de la Roja volverá a estar en el foco de la atención del fútbol chileno. En los día que vienen, Ricardo Gareca debe definir la convocatoria para los partidos contra Perú y Venezuela, a mediados de noviembre. El propio DT lo negó (”No hubo ningún ultimátum”), pero dicen que solo lograr cuatro puntos lo mantendría en el cargo en vistas del cierre de las Eliminatorias en 2025.

En medio de esto, la posibilidad de que el argentino incluya en la próxima nómina a algunos integrantes de la Generación Dorada, liderados por Arturo Vidal, adquirió vigor. No estaban en los planes del entrenador, pero la urgencia es extrema y veremos si finalmente cambia de opinión. Incluso también con la vuelta de Charles Aránguiz.

Sería un error colosal y, a la larga, también podría ser el cierre de su ciclo en la Selección. Pudo haberse equivocado en algunos nombres, pero Gareca siempre ha exhibido cierta coherencia en las convocatorias. Una cosa es que los desempeños individuales hayan sido bajos y el nivel colectivo también deficiente, pero en las nóminas se aprecia una viga maestra concordante con el gusto futbolístico del DT, que no contempla a Vidal y Aránguiz.

¿Un ejemplo? La presencia de Eduardo Vargas, quien ya había cerrado su etapa en la Roja. Sin embargo, el entrenador trajo de vuelta al delantero, cuando iniciaba su ciclo en la banca, y también va estar en el próximo llamado. Es el atacante con mayor titularidad en la rotación ofensiva del argentino en busca de un mejor rendimiento.

La sensación es que todo está armado para que los regresos finalmente se concreten. En su última aparición pública, las declaraciones de Pablo Milad allanaron aún más el camino. “Creo que Gareca va a considerar tenerlos a Vidal y Aránguiz dentro de la planificación”, sostuvo el directivo, hablando de lo que seguramente se viene en Juan Pinto Durán para enfrentar a Perú y Venezuela.

El presidente de la ANFP se lanzó con todo a la piscina, tiene que haber sido porque hay agua de sobra. Si no, con el tiempo va a quedar como saliendo a hacer el loco con una declaración sin ningún asidero. Ahora, en tiempos de crisis suelen pasar este tipo de cosas.

El tema es que no existe alguna garantía de que la contingencia vaya a cambiar. Gareca ha estado firme en su postura de no realizar innovaciones para corregir el mal funcionamiento colectivo y la carencia de resultados. Sigue confiando en su fórmula. Solo intentó algo en los primeros instantes contra Bolivia, con un sistema de juego 1-4-3-1-2, pero a los 33 minutos sustituyó a Ben Breteron y volvió al 1-4-2-3-1 de siempre, plano, ralentizado y sin las sorpresa de juego ansiadas.

Después, y cuando probó alinear con tres centrales y una dupla o un trío de atacantes, al final se echó para atrás en la mañana antes de jugar contra Brasil. ¿Con Vidal y Aránguiz va a cambiar todo en Chile? Su historia es colosal en la Roja y son ídolos máximos, pero estamos a fines de 2024. Por mucho que la Selección esté a un paso de la eliminación del tercer Mundial consecutivo, hay que tener una mínima visión de futuro.