El festejo no tapa la decepción

En Colo Colo celebraron con todo la obtención de la Copa Chile 2023. Los albos derrotaron a Magallanes y cerraron la temporada con al menos un título. Fue el único trofeo que pudo alzar el conjunto dirigido por Gustavo Quinteros. En la Supercopa que se disputó en enero, cayó por penales precisamente ante el elenco carabelero. Ni hablar de lo que el Cacique vivió en el Campeonato Nacional.

El correcto campeón fue Huachipato. “Aceleró” en el tramo final y, durante el año futbolístico, también brilló como uno de los mejores elencos. Una lástima lo de Cobresal. Tenía todo para el segundo título de su historia, pero le faltó continuidad de juego para que la justicia fuera total al fin de la temporada, levantando el trofeo. Colo Colo decepcionó, contaba con el mejor plantel y un número relevante de jugadores para haber logrado más que el tercer lugar. Disputará la Libertadores 2024 por este sitial y, en un momento, pareció que la única opción para llegar al torneo internacional iba a ser ganar la Copa Chile.

Tras el 6-0 a Cobresal, pareció que los albos se encauzaban. Fue tanta la superioridad futbolística y anímica contra el puntero, que ahí sí dieron la impresión de que podían salir campeones. Sin embargo, después hubo otro bajón de juego, materializado en la falta de variantes para generar y concretar acciones de finalización. Otra vez el título quedó lejos. Pero como el fútbol es generoso con los grandes, porque siempre cuentan con los mejores jugadores, la posibilidad de forzar una definición por el cetro resurgió. Colo Colo le ganó a La Calera y antes, en un duelo atrasado, venció a Magallanes y se volvió a acercar a Cobresal, que cayó contra Audax Italiano.

Sin embargo, todo se derrumbó definitivamente. Unión Española venció por 2-0 a Colo Colo y el trámite del partido fue la síntesis cabal del año futbolístico de los albos. El Cacique manejó siempre el balón, no tuvo variantes en ataque, tornándose predecible e improductivo. Atrás, la defensa adelantada careció de recursos para neutralizar los ataques rápidos y profundos del cuadro hispano. Así, más o menos, jugó todo el año el conjunto de Quinteros. La explicación, en torno a por qué solo debió resignarse a celebrar la Copa Chile, va por ese lado.

Los albos estaban para más. Se reforzaron a mitad de año con Pablo Parra, quien venía de México. Sumaron a Carlos Palacios a inicios de 2024, pero su presencia tuvo el efecto esperado al fin de la temporada. Fue gravitante en los últimos partidos, con un nivel similar al que lo catapultó en Unión Española. Antes, no era el mismo y costaba entender que estuviera tan lejos del hombre que irrumpió en Santa Laura. El contexto tampoco ayudó. Colo Colo era un equipo plano, con pocas innovaciones ofensivas, muy distinto al del título de 2022. Ahí Quinteros movía mucho más el ataque de un partido a otro o incluso en un mismo encuentro. Alineaba a dos centrodelanteros o variaba a un solo ‘9′, también los punteros iban bien arriba o cumplían la labor de volantes.

Se entiende la euforia en la celebración de la Copa Chile. Es un trofeo importante, pero el desafío para Quinteros y los albos era ganar el Campeonato Nacional. Así es cada año para los jugadores y el DT a cargo del plantel en Colo Colo. Ya pasó harto tiempo, pero el recuerdo resulta válido. Los festejos en el Tierra de Campeones tuvieron un aura muy parecida a la celebración de la Copa Chile 2016, con Pablo Guede en la banca. El Cacique tenía todo para ganar el Clausura de ese año y debió resignarse con el segundo torneo local. También festejaron con todo, tras vencer por 4-0 a Everton en el Nacional, pero subyacía la decepción por lo hecho en el Campeonato Nacional. Con Quinteros pasó lo mismo.

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