El “hijo” de Bielsa a la Roja

Fue repentino, no lo esperaba nadie, aunque en algún momento su posible llegada fue una de las tantas alternativas para asumir la conducción de la Roja. De pronto, Gustavo Quinteros perdió toda opción y ahora resulta que Eduardo Berizzo está casi listo y será probablemente el nuevo DT de la Selección. El último antecedente lo aportó Martín Lasarte, el propio ex entrenador del cuadro nacional, al reconocer que tuvo una conversación con el otrora ayudante de Marcelo Bielsa. Fue en el marco del trabajo adelantado que realiza todo técnico antes de asumir en cualquier lugar.

Antes, otra vez el mayor anhelo de los seguidores de la Roja había resurgido, a raíz de la falta de un conductor en la escuadra nacional. No sabemos cuán verdaderas son, pero circularon algunas informaciones en orden a que Bielsa era uno de los candidatos de la ANFP para una segunda etapa del DT en Juan Pinto Durán. Transcurrió más de una década desde su adiós de Chile y jamás el argentino volvió a un sitio donde dirigió, por lo tanto, la posibilidad parece solo un gran fantasía a la cual aferrarse en momentos que no se ve por dónde hallar una salida en el fútbol chileno.

Tal vez, la irrupción de Berizzo como aspirante número uno tenga que ver con este interés por volver a tener a Bielsa en la Selección. El vínculo entre ambos es indisoluble para todo Chile, luego del proceso que culminó con la clasificación de la Roja al Mundial de Sudáfrica. Incluso más que en Argentina, porque allá solo hubo referencias lejanas de la etapa que ambos gestionaron en la escuadra nacional. Para nosotros Berizzo siempre fue el “hijo futbolístico” de Bielsa.

Después del ciclo en la Selección, inició su etapa como DT en Estudiantes de La Plata y los resultados no fueron los esperados. Sin embargo, en O’Higgins todo resultó diferente. Sabemos cómo le fue en cuanto a resultados y lo más relevante tuvo que ver con la forma de juego implementada. Los rancagüinos tenían algunos patrones de conducta observados con anterioridad en la Roja, guardando las distancias por supuesto, y el toque personal de Berizzo tenía que ver con la prudencia de las accione colectivas. En no ir sin consideraciones al ataque, dilapidando al final todo lo obtenido durante el desarrollo del encuentro.

Donde sí caló hondo la ayudantía a Bielsa fue en la metodología de entrenamiento del probable DT de la Selección. Puede ser una buena noticia, y un gran argumento para finalmente brindarle la posibilidad de encabezar el proceso con miras al Mundial posterior a Qatar 2022. Con algunos ajustes y las actualizaciones pertinentes, Berizzo prepara sus equipos en la misma forma como lo hace el ex técnico del Leeds. No es un dato menor. Lo que pasa al final en la cancha posee una correlación directa con las actividades de entrenamiento ejecutadas, son como propuestas de identidad que buscan la materialización en la competencia.

Por ejemplo, las tareas de asociaciones (en palabras simples, pasarse el balón entre dos o más jugadores) constituyen el eje de la parte inicial de cada sesión de entrenamiento. En el instante central de la prácticas, las rutinas ofensivas y defensivas, tanto individuales como colectivas, revisten también gran importancia. Lo mismo pasa con la mecanización de conductas de presión, circulación y dobladas (2 vs 1) frente al esquema que va a proponer el rival de turno. Se trata de una larga lista de ejercicios, con nombres de algunos jugadores, como las tareas “Calandria” (por Pablo Calandria ex delantero de O’Higgins) y “Tucu” (por Pablo Hernández, actual volante del elenco de Rancagua), muy similar a la ocupada por Bielsa. El ex DT de la Roja denominó a dos acciones de entrenamiento como “Jara” y “Orellana”, porque consistían en la repetición de maniobras que ambos seleccionados de la época efectuaban con máxima eficiencia.

En la forma de entrenar la similitud, en consecuencia, es incuestionable. Luego del ciclo de Claudio Borghi en la Roja, la realización de este tipo de tareas de preparación futbolística solo tuvo vigencia mientras Jorge Sampaoli conservó su fe en el “bielsismo”, hasta antes del Mundial de Brasil. Después la tónica fue otra en Juan Pinto Durán. Tal vez, la metodología de Berizzo nos pueda acercar a los cánones de juego que añoran los seguidores de la Selección. Claro, ahora son otros los jugadores, pero esa es una historia de la que hemos hablado muchas veces.