El sueño que cumple Carlos Palacios

Fue el mejor de Colo Colo en el empate contra Cerro Porteño, que le permitió a los albos clasificarse a los octavos de final de la Copa Libertadores, después de seis años. Desde que llegó de Brasil, nunca antes Carlos Palacios había exhibido tal desempeño. Por la trascendencia del resultado, el desastre deportivo que hubiera significado un traspié y la complejidad de actuar fuera de Chile, el duelo contra los paraguayos en Asunción fue el más importante de los últimos años. El delantero-volante estuvo a la altura y avanzó para lograr el reconocimiento de los hinchas.

Palacios lideró las primeras acciones de peligro. Pudo anotar el 1-0 con un buen tiro libre, pero el arquero Jean Fernandes lo impidió con una gran estirada hacia su derecha. Después, el chileno enfrentó solo al guardameta, tras una gran habilitación en profundidad de Brayan Cortés, y el tiro de finalización se fue apenas desviado. En lo más importante del primer tiempo en Asunción, el colocolino asumió la responsabilidad en el penal que significó la apertura de la cuenta y no falló. Pleno de confianza y seguridad, Palacios ejecutó la falta con un lanzamiento bien dirigido, arrastrado y potente.

El ex Unión Española dirigió el juego del Cacique. Sobre todo en la primera parte, los albos controlaron las acciones a través de la tenencia del balón y cada elaboración siempre estuvo bajo la tutela del delantero-volante. Como ya fue en la etapa de Gustavo Quinteros, ahora Jorge Almirón también vuelve a confiar en Palacios en la función de puntero o extremo izquierdo. Es un rol bien difuso, harto mentiroso y sin límites claros en la cancha. Sin embargo, cuando destaca lo que parece poco claro inmediatamente se convierte en algo virtuoso. Con mayor razón, si Colo Colo gana y, más todavía, si esto ocurre en la Libertadores.

Palacios es un ‘10′ neto, así se formó y surgió en el cuadro hispano. En ese rol hizo las primeras apariciones en el profesionalismo. El cambio se produjo bajo la conducción de Ronald Fuentes. El actual DT de Magallanes le hizo lugar entre los titulares de Unión Española como puntero o extremo. También con libertad para deambular por otros sectores, pero con algunas restricciones como, por ejemplo, no invadir la zona del atacante externo opuesto. Así, brilló en el Santa Laura, llegó a la Selección y también lo fichó Internacional de Porto Alegre.

En su etapa en Colo Colo, Almirón sido ha leal con sus raíces y claramente Palacios está entre sus ‘debilidades’. Cuando irrumpió en Lanús, en Argentina, el DT siempre empleó el sistema de juego 1-4-3-3 y su compromiso por el fútbol de posesión y ataque fue su sello rupturista. Nada que ver con lo que pudo realizar el año pasado en Boca Juniors, cuando llegó a la final de la Libertadores con un juego defensivo y solo de reacción. Ya en la pretemporada con los albos, Almirón le ‘inventó’ a Palacios la función de ‘9 con libertad de movimiento’. El DT olfateaba que la cosa, con el ex hispano, iba por la senda de que estuviera constantemente cerca del balón durante la fase de construcción y ataque.

“Fue un proceso difícil, ahora estoy cumpliendo un sueño. Siempre fui hincha de este club”, sostuvo Palacios después del empate contra Cerro Porteño. Por lo que hizo en Paraguay, tenía razones para esa satisfacción.