Estamos en la B-rizzo
Chile tiene poquito, su plantel es limitado y las nuevas apariciones escasean. Los nombres del recambio tampoco dan el paso hacia adelante que se espera hace rato, pero todo esto se agrava con la presencia de Eduardo Berizzo.
Si nos circunscribimos a los resultados, lo del argentino ha sido bajísimo: totaliza 13 partidos con sólo 3 triunfos, 5 empates y 5 derrotas, aunque dos de esas victorias fueron ante Cuba y República Dominicana, dos selecciones muy menores. El equipo ha anotado 14 goles y ha recibido la misma cantidad, mientras que su rendimiento alcanza un pobre 35,9%.
Seguramente los más puristas dirán que no todo tiene que ver con los marcadores finales y que hay que ir más allá. Pues bien, si hacemos ese ejercicio, las conclusiones pueden llegar a ser aún peores que las estadísticas.
Hasta ahora ningún nombre se ha potenciado bajo su mando y ha tomado decisiones difíciles de entender. No utilizó en ninguno de estos dos partidos a Víctor Felipe Méndez, quizá el chileno de mejor rendimiento afuera y uno de los pocos que juega en un grande de Europa. Tampoco le ha dado ni siquiera una oportunidad a Matías Fernández, lateral que ha brillado en Independiente del Valle, equipo sensación y multicampeón sudamericano. Está bien, quizá no es de su gusto futbolístico, ¿pero tanto como para ni siquiera verlo en una citación?
También ha desaprovechado absolutamente a Ben Brereton, quien en estos dos primeros partidos eliminatorios ejerció casi como segundo lateral izquierdo y su velocidad y explosión fue utilizada para correr hacia su propio arco. Su principal fortaleza es ofensiva, pero fue al sacrificio y eso que Chile no tiene a ningún ‘9′ definido. Él perfectamente puede hacer esa tarea. Tiene fortaleza física, cabezazo y buen remate.
La tarea principal de un DT es sacar rendimientos, hacer evolucionar a los jugadores y si no hay materia prima de tanta calidad, debe notarse aún más su mano. Pero nada de eso ha ocurrido ni parece estar cerca de pasar. Chile es un equipo blando, sin identidad, con poca sorpresa. No sabemos a qué juega ni cómo ataca y en esta doble fecha siguió dependiendo de un Alexis Sánchez absolutamente disminuido y de un Arturo Vidal a media máquina. Eso es preocupante.
También lo es que haya inamovibles que no merecen serlo. Nadie desconoce la gran trayectoria en Europa de Guillermo Maripán, por ejemplo, pero en la Selección no ha replicado su buen nivel. Y acá el argumento de que no hay jugadores se cae, porque en defensa es donde más alternativas confiables se tienen: Benjamín Kuscevic, Válber Huerta, Francisco Sierralta o Paulo Díaz, que ahora estaba lesionado, también tienen méritos para entrar en el ‘11′ inicial.
Hay que aprovechar que en esta oportunidad las Eliminatorias Sudamericanas son menos complejas que las anteriores. Sólo tres equipos se quedarán sin chances de ir al Mundial y, por lo mostrado, todo indica que Chile puede ser una de ellas. Hay tiempo de sobra, pero hay que tomar decisiones pronto.