Gareca y sus gustos personales

De a poco se han ido conociendo detalles de la labor inicial de Ricardo Gareca en la Roja. Altiro, el DT dejó en claro de entrada que no llegaba a realizar ningún recambio, ni nada por el estilo. Ante la desesperación por quedar otra vez fuera del Mundial, solo con Martín Lasarte la renovación fue tema, pues había que ganar cómo fuera y el uruguayo no iba a estar probando jugadores. Sí, el asunto copó la agenda de Reinaldo Rueda y Eduardo Berizzo. Gareca, con muchos años de “circo”, cortó en seco todo. Solo venía a buscar la clasificación a la Copa del Mundo y chao.

El argentino partió en buena forma su gestión, aunque después el triunfo ante Albania y la derrota apretada contra Francia no le van a importar a nadie cuando se empiece a jugar por los puntos. Salvo en la mejor etapa de la generación bicampeona de América, siempre ha sido complejo para Chile jugar bien y ganar en Europa. No había grandes expectativas de que el equipo funcionara, pero sorprendió con una idea futbolística nítida, eficaz ante la portería rival y con pasajes de buenas acciones con balón. A algunos entrenadores se les va la vida en la banca tratando de lograr una identidad, y que Gareca lo haga en un par de partidos es sorpresivo, pero también meritorio.

Al revés de como había ocurrido antes, siguiendo los últimos estertores del “Bielsismo”, esta vez Chile se armó de atrás para adelante. El DT fue a la segura y Claudio Bravo reapareció en el arco. Todo indicaba que Brayan Cortés seguiría de titular, pero cuando Gareca lanzó la frase “no lo conozco” quedó claro que algo podía pasar. El arquero del Betis fue poco exigido en ambos partidos, no tuvo nada qué hacer en los goles de Francia y su presencia irradia cosas en la portería. ¿La duda? Qué pasará cuando sea apurado al máximo en las Eliminatorias, a raíz de la larga inactividad por lesión en España.

La línea defensiva fue toda una novedad en vista de lo que venía pasando. Mauricio Isla volvió siendo el de antes. Quedó claro tras el desborde en el 1-0 de Marcelino Núñez ante Francia. Con luces y sombras, eso sí, como en el 2-1 de los locales, cuando en la marca de Teo Hernández no presionó con la intensidad requerida para impedir el centro y el tanto de Kolo Moani. La titularidad de Igor Lichnovsky fue una gran sorpresa, aunque ahí los más seguro es que el otro central con Paulo Díaz sea Guillermo Maripán. El zaguero del América vive un buen momento en México, con titularidad indiscutida y un rol sobresaliente. No desentonó y puede ser una alternativa confiable.

El hallazgo de Gareca en el mediocampo fue la ubicación de Darío Osorio, como volante externo derecho con perfil cambiado y libertad para centralizarse e intervenir protagónicamente en la construcción de juego. El zurdo se fue de la U sin un lugar preciso en la cancha para su mejor desempeño y ahora, en ambos partidos, el tema posicional jamás fue un asunto de interés, lo que revela que está resuelto. Lo otro es el nuevo rol de Alexis Sánchez, aunque con Eduardo Berizzo también cumplió con la función de volante ofensivo. Sin embargo, esta vez y por momentos exhibió mayores dotes asociativas, cediendo el protagonismo a Osorio en las habilitaciones en ataque. El tocopillano ya es un ‘10′ y solo falta que lo asuma plenamente para actuar en consecuencia no solo en el Inter, sino que también en la Roja.

Si no hay un cambio brusco, Eduardo Vargas va a ser el emblema de Gareca en la Roja. Nadie imaginaba que volvería, menos que sería titular y anotaría después de tres años. El DT explicó que la nominación se sustentaba solamente en su gusto futbolístico y esto no tiene nada de malo. La mayoría de la veces, los técnicos eligen a los que encuadran en su ideario futbolístico, cosa que solo es cuertionada cuando los resultados no son favorables. Es un incógnita lo que pasará con Vargas en la Selección, pero dependerá de su suerte final en Atlético Mineiro. No resulta incompatible la suplencia en el club de origen con la titularidad en la Roja si el nivel de juego es aceptable y hay más triunfos que derrotas.

En solo dos partidos, y también con su primera convocatoria, Gareca dejó bien claro para dónde va al mando de Chile. Quedar fuera consecutivamente de un tercer Mundial sería un golpe grande. Todo lo que haga será aplaudido o rechazado cuan cerca o lejos estemos de la próxima Copa del Mundo. Que el hombre haga lo que quiera, es en el fondo la pega central de un DT, pero el equipo debe responder dentro de la cancha.