HUERTA

Gracias, Assadi

“El ‘10’ de la U demostró que se puede celebrar sin la necesidad de humillar al perdedor...”.

JONNATHAN OYARZUN/PHOTOSPORT
Es periodista desde 2017. Se especializa en fútbol, tenis, golf y pádel. Actualmente cubre Universidad de Chile.
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Luego de brillar en la Supercopa ante Colo Colo, Lucas Assadi dejó una frase pocas veces escuchada en el fútbol chileno. "Fue un lindo partido, ambos equipos jugaron muy bien. Felicidades también a Colo Colo, que fueron los campeones del torneo, por eso estamos jugando los dos acá”. No es poco es los tiempos que corren.

Si después del 3-0 de la U en una final ante el clásico rival, lo primero que le nació decir al ‘10’ azul tiene que ver con reconocer al adversario, es porque tiene algo distinto que le hace bien al fútbol chileno. No se trata solamente de jugar bien al fútbol y ya, Assadi demostró que se puede celebrar sin la necesidad de humillar al perdedor.

Con 21 años, Assadi dio una lección de humildad y respeto. Hizo lo que uno cree que debería hacer un referente o un futbolista experimentado, pero estos muchas veces pecan por complacer al hincha que cree que el único camino es la burla.

En tiempos donde algunos jugadores declaran que hay que hablar en la cancha y no afuera, pero días más tarde celebran en la cara de los compañeros de profesión, como lo hizo Javier Correa en el último clásico en el Monumental, el ejemplo de Assadi es lo que hay que seguir. Y además, él justamente habló en la cancha, con un golazo y un partidazo en Santa Laura.

Nadie niega que Correa es un aporte al fútbol chileno cuando está bien futbolísticamente hablando, pero también podría serlo en otros aspectos. Y hago hincapié en él porque fue reciente su actuar, pero es un mensaje para todos los futbolistas que buscaron el aplauso fácil de la fanaticada.

Esos gestos hay que dejárselo a los hinchas. Uno sabe que el día lunes el que ganó va a ‘molestar’ al amigo, familiar o cercano que perdió, pero queda ahí, porque el seguidor sabe que tendrá la revancha en el próximo clásico. Pero el futbolista debe entender qué rol debe cumplir.

No es solo hacer goles o atajar bien, sino que también puede ayudar a bajar las pulsaciones de una sociedad que busca lo mínimo para pelear. Así también se puede crecer y sí, además se puede jugar bien al fútbol.

El ejemplo de Lucas Cepeda también es destacable. Se equivocó en el Estadio Nacional cuando realizó gestos obscenos post derrota ante la U, pero días más tarde ofreció disculpas públicas con una sabia autocrítica. Eso vale mucho y también hay que reconocerlo. ¡Y qué casualidad que justamente el colocolino es otra de las grandes esperanzas del fútbol chileno!

Por más Assadi y Cepeda. Ellos demuestran que se puede ser crack sin vender humo. Piden la pelota y, a la vez, son respetuosos con el rival. Correa y todos los que alguna vez se equivocaron, están a tiempo de imitarlos.

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