La ilusión de que con Vidal cambiará todo en la Roja
Los ‘Vidalistas’ están felices. A este grupo, con alta probabilidad, pertenece también la mayoría de los seguidores de Colo Colo en vista del buen año futbolístico del Cacique, que finalizó con los títulos del Campeonato Nacional y de la Supercopa. Ricardo Gareca convocó a Arturo Vidal a la Selección, aunque no lo hizo en la nómina original y la leyenda de la Roja apareció en el llamado para suplir las bajas. Todo va en camino de que actúe como titular ante Perú, en Lima, y además con la jineta de capitán, ya sin Claudio Bravo en el plantel y con Alexis Sánchez y Gary Medel fuera del proceso.
El regreso de Vidal a Juan Pinto Durán ha tenido un efecto mágico. De repente, todos volvemos a creer que Chile podría clasificarse al próximo Mundial, a pesar de que nada cambió. Lo único distinto es que ahora Vidal fue integrado a la convocatoria, pero el resto de los nominados siguen siendo los mismos. No se aprecia por ningún lado un giro de Gareca en los nombres y habrá que esperar hasta el viernes en la noche en Lima para constatar si hubo una mejoría futbolística. Además, la sensación que también surge es que el DT parece haberse enfrentado a un callejón sin salida bajo la obligación de convocar sí o sí al ídolo de Colo Colo.
Que Vidal no es el de antes está súper claro. Se encuentra en la etapa final de su extraordinaria carrera y actuando en Chile, una de las ligas con menor nivel de competitividad de Sudamérica. Tras quedar eliminados de la Copa Libertadores, los albos se propusieron ganar todos los partidos restantes para obtener el título. Sí, claro, lo hicieron en muy buena forma, pero era esperable algo más de oposición en ese trayecto y no les salió gente al camino. Probablemente, en un torneo local con mayor nivel de exigencia interna el desenlace de toda esta historia pudo haber sido distinto.
Con seguridad, el aporte de la leyenda de la Roja será diferente en esta pasada de las Eliminatorias. Ya no es el volante mixto, de ida y vuelta, de su etapa en Europa y de los títulos con la Selección. En 2024, hemos visto un mediocampista más posicional, con desdoblamientos mayores en ofensiva que hacia el sector defensivo, aunque las apariciones en ataque no son los de antes, anotando regularmente de media distancia y con apariciones en el área oponente para convertir siempre de cabeza. Sin embargo, su visión de juego permanece inalterable. Cuando interviene con el balón, el juego se limpia y el desarrollo del partido adquiere una claridad que pocos otorgan.
El peor error sería cargarle toda la responsabilidad a Vidal de lo que está pasando en la era de Gareca. Él sabe que puede ser así y esto no le hace ni cosquillas, pero por mucha fe que se tenga, hasta ahora, tiene cero responsabilidad en el mal momento futbolístico actual. No volvió más a Juan Pinto Durán después de la salida de Eduardo Berizzo y recién va a disputar los primeros minutos contra Perú. Con Vidal, ahora indiscutiblemente se siente un aire distinto. Ojalá que el cambio también se traslade al desempeño en la cancha.