Una instancia límite

La última novedad, en redes sociales, es sacar al pizarrón a Eduardo Berizzo por los chilenos que les está yendo bien con Belgrano de Córdoba, en Argentina. Con Matías Marín y Matías Ibacache como titulares, el conjunto trasandino derrotó por 4-3 a Boca Juniors en un partidazo. Altiro quedó la escoba: que por qué no están en la Roja, que hacia dónde está mirando el DT que no los incluyó en la nómina para enfrentar a Perú y Venezuela, y blablablá. Cualquiera puede pedir lo que quiera y sus argumentos tendrá. Sin embargo, otra cosa es que puedan pasar el cedazo de la coherencia futbolística. Hace un mes, solicitar que los chilenos estuvieran convocados no tenía ningún sentido.

Son signos evidentes de desesperación. Es grande el temor de que, en las Eliminatorias más fáciles de la historia reciente, Chile pueda complicar sus opciones de llegar al Mundial 2026. Sería fatal quedar fuera para nosotros, que todavía seguimos pensando por momentos como bicampeones de América. Los porrazos han sido grandes, quedando al margen de las dos Copas del Mundo anteriores, y parece que aún no tenemos clara la película de lo que somos. Claro que dolió el empate frente a Colombia, porque es un rival directo por la clasificación. Contra Uruguay allá siempre nos ha ido mal, incluso en el mejor momento de la Roja, así que qué problema puede haber. Seamos sinceros, aunque duela.

El partido ante Perú es clave en el corto plazo, porque las Eliminatorias son extensas y, habiendo tantos cupos disponibles, los que entren a la cola al próximo Mundial lo harán, seguramente, en la última fecha. El partido final se disputará en septiembre de 2025, quedan largos dos años todavía. La valoración del duelo en el Monumental ante los peruanos surge de la contingencia actual de la Roja. Berizzo no ha exhibido dudas en su forma de liderar el proceso, esté o no en lo correcto. No funciona en vista del aplausómetro y, equivocado o no, ahí hay un mérito. Al final, si la cosa no resulta, será en su forma y sin imposturas. Eso el futbolistas lo detecta fácilmente, sabe cuándo el DT no es genuino y está actuando. En la conducción, genera más respaldo del plantel un tipo franco.

Chile no es el de antes, no hubo un proceso de renovación de jugadores consistente y así lo que está sucediendo no debería ser una gran sorpresa. Estamos para pelear los últimos lugares de clasificación al próximo Mundial. ¡Qué desperdicio! Después de la mejor generación en la historia de la Roja, no nos va a alcanzar ni siquiera para terminar en forma tranquila las Eliminatorias. Tras esta doble fecha, el conjunto nacional enfrentará a Ecuador de visita y recibirá a Paraguay seguramente también en el Monumental. Berizzo habrá completado entonces una año y medio en el cargo y será el momento de una evaluación profunda a su gestión. Dos variables serán clave en este proceso: las chances de la Roja de disputar un boleto a la Copa del Mundo y la realidad acotada y menos competitiva del plantel nacional. Sería un grave error seguir creyendo que somos los de antes.