Vidal vuelve a Chile, no a Colo Colo
Contra todo pronóstico -porque él mismo dijo que solo se había entrenado cuatro días- Arturo Vidal finalmente reapareció en Colo Colo, tras más de una década en el extranjero desarrollando la mejor carrera de un chileno hasta ahora lejos del país. En la victoria por 1-0 sobre Everton, el ahora volante albo dejó la cancha en el segundo tiempo y pasó lo inesperado en el estadio Sausalito. Al salir, no solo lo ovacionaron los seguidores del Cacique, también los hinchas del conjunto de Viña del Mar. ¡Merecidísimo! Donde anduvo, en términos futbolísticos dejó bien puesto a Chile.
Lo que pasó con Vidal puede ser una buena noticia en medio de la violencia y el antagonismo que golpea al fútbol nacional. Bandas delictuales se apoderaron de la actividad. Hacen lo que quieren, no les pasa nada y hasta los Clásicos se han debido interrumpir durante días, porque cada vez avanzan más en su afán de obtener el control total. Incluso antes de que Vidal abandonara el campo de juego el partido estuvo al borde de la suspensión, debido a peleas en las tribunas entre los hinchas. En un partido amistoso, que no le interesaba a nadie en cuanto a resultados. Qué se puede esperar cuando todo sea por los puntos.
La presencia de Vidal hizo posible lo que parecía inalcanzable, que seguidores de los dos conjuntos en disputa se unieran para aplaudir al referente de la Roja. ¿Qué va a pasar cuando se inicie el Campeonato Nacional? Debería ocurrir exactamente lo mismo. El volante del Cacique, con Elías Figueroa, disputa mano a mano quién es el mejor chileno de todos los tiempos y sería una locura escuchar insultos ahora que volvió al país. Su obra futbolística también en la Roja fue extraordinaria, merece un reconocimiento nacional.
El tema es que Mauricio Isla, el primero en volver de la generación bicampeona de América, no vivió lo mismo. Claro, su trayectoria en el extranjero es diferente a la de Vidal y futbolísticamente hizo mucho también en la Roja, pero por una cuestión de personalidad o carisma su legado en la Selección como que no alcanza la dimensión de lo hecho por el volante de Colo Colo. Cuando pasó por la UC, el lateral derecho tuvo que aguantarse mucha mala onda. A la larga, terminó yéndose antes de San Carlos de Apoquindo, acicateado también por un desempeño en la cancha que partió bien arriba y fue decayendo.
Puede ser que lo vivido por Vidal en Viña del Mar se sustente en que el Campeonato Nacional está lejos de comenzar y todo es perfecto mientras los puntos no estén en juego. De los cuatro “pesos pesados” de la Roja (Sánchez, Bravo, Medel y el propio colocolino) ha sido el primero en volver y esto claro que influye, porque se trata de un fenómeno nuevo en los estadios. Sobre todo para las nuevas generaciones, que se acostumbraron a ver a Vidal en la TV con la camiseta de la Juventus, Bayern Munich, Barcelona, Inter de Milán y Flamengo. Aparte de los hazañas observadas por más de una década en la Selección.
Para que todo se encamine en el sentido esbozado en Viña del Mar, también será clave la tesitura del colocolino ahora que regresó al país. Es una figura transversal, que aglutina a todos los chilenos, por la jerarquía que demostró también en la internacionalización de su carrera. Se espera un hombre por sobre todo en el fútbol chileno, no un protagonista de trinchera, confrontacional, que divida y exacerbe las oposiciones. Seguramente, con lo que vivió y logró afuera, Vidal lo tiene súper claro. Vuelve a Chile, no a Colo Colo.