¿Y los jóvenes de Colo Colo?
Esto no tiene que ver con lo que dijo hace unos días el padre de Williams Alarcón, canterano de Colo Colo recientemente transferido a La Calera luego de que el Cacique lo enviara a préstamo con opción de compra. La molestia es grande en el progenitor del mediocampista, quien obtuvo un lugar en la última convocatoria de la Roja de Eduardo Berizzo. “Todos hablan de Gustavo Quinteros, de que salió campeón, y no se dan cuenta de que le está haciendo daño a los jugadores jóvenes. ¿Cómo la dirigencia no se da cuenta?”, sostuvo Alarcón padre, apuntando directamente al DT campeón con los albos en 2022.
Más allá de la polémica, lo concreto es que la temática de los jóvenes en Colo Colo viene desde hace tiempo generando ruido. Antes de lo que sucedió con Alarcón, también hubo controversia, a raíz de la resolución final en torno al futuro de Luciano Arriagada. El canterano se va a Athletico Paranaense, subcampeón de la Copa Libertadores, y acá no se entiende cómo no actuó ni siquiera unos minutos. ¿Tan mal andaba para ni asomarse en el primer equipo? ¿Christian Santos, el segundo ‘9′ tras Lucero durante el primer semestre, realmente estaba en mejor forma que el chileno?
Esto mismo se vincula ahora con la casi segura llegada de Leandro Benegas. No le fue nada de mal al también centrodelantero en su paso por Independiente de Avellaneda. Fue titular permanente y también anotó sus goles. Después de su paso por Curicó, cuando parecía que su carrera bajaba de tono en el país, fichó en uno de los grandes de Argentina y estuvo a la altura. Cuando llegó, en La Calera fue una “bestia”, no había cómo pararlo y convertía regularmente, lo que le abrió las puertas de Universidad de Chile. Sin embargo, tras sus años en el club, quedó la idea de que su juego individual era más acorde para equipos de menor envergadura. Parece que Quinteros confía en revertir este cuadro de situación.
Daniel Gutiérrez, Jeyson Rojas, Bruno Gutiérrez, Joan Cruz, Vicente Pizarro y Alexander Oroz son hoy la fuerza de recambio en el plantel colocolino. Ninguno ha sido titular cabal y solo Pizarro, con intermitencias, pareció ganarse un lugar permanente en el equipo. Al cierre de la temporada 2022, lo mismo ocurrió con Bruno Gutiérrez, actuando incluso de lateral derecho. Sin embargo, al resto solo los volvimos a ver en la cancha durante el festejo del título 33.
Colo Colo no afrontó grandes dificultades para ganar el Campeonato Nacional. Sobre todo en la cancha, pero también en la tabla de posiciones, jamás estuvo en peligro la obtención del trofeo. Por lo tanto, hubo espacio y tranquilidad para darles cabida a los canteranos al margen de la regla del minutaje obligatorio del jugador Sub 21 en el terreno de juego. Habría servido también para darle rentabilidad al capital humano del club y que los jóvenes no perdieran el roce del profesionalismo.
Al final, todo lo que se pueda decir parece ser letra muerta. En una propuesta absolutamente legítima por cierto, Quinteros es un DT de jugadores “calados” y pese a todo lo que se pueda ¿reclamar? la cosa no va cambiar. Por ejemplo, cuando Pablo Solari partió a River Plate pujó por la llegada de Agustín Bouzat. Era la chance propicia para brindarle continuidad a Oroz, por ejemplo, pero no pasó nada. Sí, el argentino cumplió las veces que jugó, pero quedó la duda de si el canterano efectivamente no estaba capacitado para hacer lo mismo. ¿Era indispensable llenar un cupo de extranjero con el ex delantero de Vélez Sarsfield?
Estamos en Chile y los jugadores jóvenes precisan un contexto de oportunidades distinto. Eso de que deben ser capaces de quitarles el puesto a los más “viejos” es otra falacia y por supuesto que también aplica para la Roja. Hay que insistir e insistir con los cabros, no queda otra, sobre todo si el margen de acción lo permite, como sucedió en Colo Colo en 2022. Toda la vida, la maduración ha sido tardía y los ejemplos del exterior no tienen mucho qué ver con nosotros. Además, son el principal activo de cada club en la medida, eso sí, de que ellos hagan todo lo que corresponde para entrar a la cancha. Quinteros, parece, piensa distinto y es legítimo. También lo es estar en total desacuerdo.