Así se gestó el regreso al Festival de Viña más esperado por los chilenos: “Nos vemos el 2025″

En 1989, Myriam Hernández debutó en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar con El hombre que yo amo, canción que la consagró como una de las artistas más icónicas de América Latina. Esa noche no solo conquistó al público con una Gaviota de Plata, sino también el título de Reina del Festival, entregado por los periodistas acreditados, marcando el inicio de una carrera internacional desde la Quinta Vergara.

Tras su debut, Myriam Hernández volvió al festival en 1991 con su disco Dos, compartiendo escenario con figuras como Juan Luis Guerra y Ricardo Montaner. Incluso, Mike Patton, vocalista de Faith No More, le dedicó una canción durante el evento, inmortalizando su popularidad.

En 1994, la cantante regresó para rendir un homenaje a Violeta Parra, interpretando piezas como Volver a los 17 y Gracias a la vida, en una de las actuaciones más aplaudidas de su trayectoria. Más tarde, en 2001 y 2002, presentó temas de su álbum Todo el Amor, consolidándose como una figura recurrente en el escenario de Viña. “Es un escenario que amo y respeto mucho”.

Multifacética en Viña

Además de sus actuaciones musicales, Hernández asumió el rol de coanimadora del festival junto a Antonio Vodanovic, Sergio Lagos y Ricardo Montaner hasta 2006. Aunque evitó elegir un favorito entre sus compañeros, destacó su amistad con Vodanovic y Lagos.

Su impacto perdura, como quedó demostrado en 2023 cuando compartió escenario con Karol G, quien la describió como una “maestra de la música”. Sin duda, Myriam Hernández sigue siendo una de las figuras más representativas del Festival de Viña del Mar.