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Así son las imágenes inéditas de Gustavo Cerati en Chile: “La hija de su fotógrafo me dio acceso a una bodega”

Hace pocos días se lanzó “Te conozco de otra vida”, el libro que relata la época en que el ex líder de Soda Stereo residió en nuestro país.

Así son las imágenes inéditas de Gustavo Cerati en Chile: “La hija de su fotógrafo me dio acceso a una bodega”

Gustavo Cerati, uno de los músicos latinoamericanos más importantes de todos los tiempos, decidió establecerse en Chile a comienzos de los 90, luego de su matrimonio con la modelo y artista nacional, Cecilia Amenábar. En su departamento del barrio El Golf, además, el argentino compuso Amor Amarillo, su primer álbum solista. Todo eso y más relata el periodista Nelson González, autor de “Te conozco de otra vida”, una nueva biografía del exlíder de Soda Stereo.

Las memorias del autor de ‘Crimen’ han sido narradas por múltiples autores, pero nunca antes se hizo hincapié en la pacífica estadía que gozó en Chile, donde se dedicó a la vida familiar y a disfrutar de su pequeño hijo, Benito. Por un par de años, ‘Gus’ consiguió escapar del ajetreo que vivía en Argentina, en un período donde se distanció momentáneamente de Zeta Bosio y Charly Alberti, sus compañeros de banda.

“En pandemia empecé a leer todos los libros de Cerati, vi todos sus reportajes, sus documentales, pero como fan. Y noté que la vida en Chile de él siempre había sido muy buena, muy linda y todo, pero como que faltaba algo más. Siempre la sentí poco explorada. Yo esto en un principio lo pensé en formato podcast, pero después pensé ‘esto está para algo más que un podcast de una hora’. Y ahí me puse a trabajar”, dice González.

- Una de las grandes novedades del libro es que hay muchísimas fotografías inéditas de Cerati en Chile. ¿Cómo las consiguió?

- A estas imágenes yo accedí gracias a la familia de Cristian Díaz Aracena, que fue el fotógrafo oficial del matrimonio de Gustavo, contratado especialmente por él, no tenía que ver con la prensa. Él lamentablemente falleció, pero su hija me dio acceso. Fue una locura todo. Ella no sabía lo que su papá tenía. Yo llego un día, me abre las puertas de su casa, sin conocerme, porque habíamos hablado una vez el día anterior, y entro a una bodega y me pongo a revisar cosas, durante horas. Había fotos mezcladas entre otras familiares, de ceremonias de titulación, y de repente aparecían las fotos de Cerati, del matrimonio completo, eran muchísimas fotos. Y cuando vi la foto del auto, dije “esta es la portada”.

La portada del libro "Te conozco de otra vida".
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La portada del libro "Te conozco de otra vida".

- El título del libro remite a “Te llevo para que me lleves”, la canción más popular que compuso en esa época. ¿Tuvo en mente otro título antes?

- Pensé en un principio que podía ser la letra de Avenida Alcorta, algo como “Providencia puede ser azar”, pero fue como un título muy provisorio y me duró poco, lo cambié rápido. Lo tuve un par de meses y después me hizo sentido que éste amor tan espiritual que tenían Cecilia y Gustavo, y que se refleja en la letra de esa canción (“Te llevo para que me lleves”), fuera en el título. Y no lo cambié más. A cada persona que le decía el nombre le encantaba, y refleja éste amor que tenían entre ellos. Lo de “Providencia puede ser azar” lo quería usar, más que todo, para situarlo en un lugar, pero después me convencí rápido del cambio.

- ¿A quiénes entrevistó?

- Está todo el círculo más importante de Gustavo, en cuanto a sus amistades. Está, por ejemplo, Christian Powditch, de Plan V (banda de música electrónica que Cerati formó en Chile), que fue un pilar, porque fue amigo de Gustavo desde que llegó acá. Está el resto de Plan V, es decir, Andrés Bucci, Guillermo Ugarte... el dueño de la disquería Background, Hugo Chávez. Entrevisté a la madrina de Benito, que es la mejor amiga de Cecilia, porque se conocen desde los cinco años. Hablé con vecinos de Cerati, mucha gente común y corriente que se relacionaba con él, porque al final eso es lo que yo quería retratar en el libro: Gustavo era una persona muy sencilla, completamente distinta abajo del escenario. Entonces están los vecinos que se lo topaban en la disquería Background, los que se tomaron una cerveza con él... Gente que era parte de la cotidianidad de Gustavo.

- Es llamativo que Gustavo acá haya vivido de manera tan pacífica, sólo 6 años después de que en Chile se desatara la ‘Sodamanía’. Hubo un cambio rápido, ¿no?

- Sí, es llamativo que Gus haya vivido con tanta tranquilidad, la verdad, y él mismo lo dijo, que acá podía comer tranquilo, que la gente no lo molestaba. Ahora, en la página de Instagram, mucha gente ha comentado “yo le vendí un helado a Cerati, yo me lo encontré en el supermercado”. La ‘Sodamanía’ ya se había apagado bastante. La Gira Animal, por ejemplo, que es el tour más exitoso de la historia de la banda, no pasa por Chile, salvo algún programa de televisión. La gente acá estaba en otra, en este período de transición a la democracia... Además aparecían bandas nuevas, como La Ley, Los Tres. Había otro foco y la fiebre por Soda ya había pasado. Por eso podía caminar por Providencia, ir a bares en Bellavista o discoteques en Las Condes.

- En una entrevista para Canal 13 en 1999, en la época de ‘Bocanada’, Cecilia Amenábar recordaba que los argentinos se sentían un poco celosos, como que Chile les había robado a Cerati.

- Sí, era como un clásico al final. Era como “Cerati se fue a Chile y ya no va a tocar más con Soda”. De hecho, no sé si recuerdas, pero cuando él se separa de Soda en 1997, manda una carta al diario donde dice “me gustaría aclarar, además, que este estado nada tiene que ver con mis viajes frecuentes a Chile”. Pero claro, había esos celos, Cerati es de ellos y creían que se los estaban quitando.

- ¿Hay alguna anécdota del libro que le haya sorprendido?

- Sí, hay varias que me gustan, porque yo me pillé con este Gustavo cotidiano. Por ejemplo, Cecilia y él tenían el departamento decorado de forma bien particular, con cuestiones medias espaciales, lámparas, sillones peludos... Y lleno de instrumentos. Y Gustavo era una persona que no tenía buenos modales en la mesa. Lo discutían con Cecilia ese tema. A él, Zeta y Charly le decían ‘Torpeman’, porque botaba todo, y era similar en la mesa. Comía con la boca abierta, era muy chistoso (ríe).

*El libro, de editorial Catalonia, se puede encontrar desde ya en las librerías más importantes del país. También lo puedes comprar a través de Busca Libre, con envío.

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