Edo Caroe prueba su nueva rutina en España y sorprende al público con el regalo más chileno de todos: “Nunca pensamos que fuera tanto”

Celular en mano, cámara preparada y risas nerviosas. Decenas de chilenos esperaban ansiosos su turno para fotografiarse con el comediante Edo Caroe. Su productora pedía tener el teléfono preparado y posar de a dos, pues el tiempo era escaso, mientras que el cansancio...todo lo contrario. A pesar de los intensos días de la gira, el buen ánimo estaba: ¡Aplaudan que por primera vez vinimos todos a España!, dijo una integrante del equipo.

Ese era el ambiente en el Teatro Pavón de Madrid, después de la presentación del oriundo de Temuco. El equipo llegó desde Santiago a Barcelona luego de su exitoso paso por el Festival Viña del Mar y estuvo más de una semana en España. La primera parada fue en tierras catalanas donde Caroe probó nueva su rutina. Luego, en Madrid, las entradas se agotaron en minutos, por lo que sorpresivamente anunció un nuevo show de interacciones con el público, que también arrasó en ventas.

Tras su presentación, el humorista recibió al equipo de AS en España, acompañado de su esposa, la maquilladora Catalina Ponce, y feliz de cumplir su segunda gira por Europa. En marzo del año pasado se presentó en Barcelona, Madrid, Valencia, Málaga y Alicante, y el plato se repitió, exactamente, un año después.

- ¿Por qué España de nuevo?

- Yo creo que porque hay harta gente que se quedó sin entrada y me acomoda. Aparte que me gusta mucho el país. Pero claro, yo todavía no soy un artista internacional. Entonces tengo que ir ahí donde hay más chilenos.

- ¿Apunta también al público español?

- Aparte de los chilenos, me gustaría. Nunca fue mi objetivo. Yo creo que es algo que nació ahora. Recién ahora estamos viendo cómo podríamos lograr algo así. Entonces por eso una de las primeras cosas que había que hacer era venir acá a conocer, ver los teatros y quizás de aquí a unos dos o tres años más, empezar a actuar cada vez más con una rutina pensada para todo público digamos, no solo para chilenos.

- ¿Esperaba que la venta de entradas fuera tan explosiva?

- No la verdad, no tan rápido porque habíamos venido hace poco. Pero fue bonito. Igual no me impresionó que se agotaran rápido las entradas, porque veníamos con todo el tema de Viña. Creíamos que íbamos a agotar en Madrid, pero nunca pensamos que fuera tanto.

La rutina del tostador chileno

Antes de viajar, el artista preguntó qué extrañaban más los chilenos en España. Dulces típicos, pisco y tostadores de reja metálicos (que solo existen en Chile), fueron algunas de las respuestas. Y los trajo. “Me vine con dos maletas llenas de tostadores y ahora me dicen que no sirven porque hay cocinas eléctricas”, bromeó en su show en Madrid. “¡Igual sirven!”, gritó alguien del público.

Al finalizar cada una de sus rutinas, hubo coloridas lluvias de dulces. Por los cielos de los teatros volaron Chocman, Super8 y Chokitas, que fueron lanzados por el comediante y que despertaron el anhelo (y también el furor) de los asistentes. Incluso regaló pisco.

- ¿Qué tal la recepción del público con los regalos?

- Muy buena. Eso fue algo que aprendimos de la primera vez que vinimos. Ya cuando empezamos a preguntar qué extrañan de Chile, dijimos: “¿Por qué no trajimos todas estas cosas cuando deberíamos haber traído algo?”. Y eso es lo que ocurre. Uno va aprendiendo, uno va conociendo al público y sus necesidades.. Y ha sido súper bien recibido, sobre todo el tema de los tostadores de verdad. El chileno se vuelve loco con los tostadores.

- Tanto en Viña del Mar como en sus rutinas en general, ventila temas que para algunos pueden ser ‘tabúes’ (como la muerte, sexualidad o depresión) y que a la vez son privados en su entorno cercano. ¿Cómo se lo toma su familia?

- Afortunadamente mi familia tiene un gran sentido del humor y yo creo que lo vivimos así porque es la forma que tenemos de ir enfrentando las cosas. Con Catalina fuimos papás muy jóvenes, entonces nos enfrentamos a cosas súper complejas siendo muy chicos. Entonces era como la forma que teníamos de ir lidiando con la realidad y hacer las cosas más entretenidas, reírnos. Yo creo que ha sido mi forma de procesar la realidad y las cosas que me pasan y arrastrar un poco a mi familia en eso.

- ¿Cómo es su proceso creativo?

- Yo de repente me despierto y digo: “Hoy se me ocurrió esto”. Y la ‘Cata’ escucha los chistes como en la etapa más primigenia, cuando todavía no están tan pulidos. El remate no está claro y yo tengo esa idea, y de repente me dice algo y yo complemento el chiste. Después se lo cuento a mi hija. Entonces como que es algo bien familiar.