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Es chilena e hizo el vestuario del Tiny Desk que vieron 9 millones de personas: “31 minutos...”

Catalina Devia, académica de la Universidad Finis Terrae, cumplió un rol clave en la exitosa presentación del colectivo chileno en Estados Unidos.

Es chilena e hizo el vestuario del Tiny Desk que vieron 9 millones de personas: “31 minutos...”
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Uno de los aspectos más destacados del exitoso Tiny Desk de 31 Minutos, que ya han visto nueve millones de personas en YouTube, fue el vestuario de sus protagonistas.

Las vestimentas de los músicos se camuflaron con el escenario que es un escritorio con cientos de libros, juguetes y artefactos. La genialidad ha sido aplaudida por millones de personas en redes sociales.

Detrás de este complicado trabajo está Catalina Devia, con más de 25 años de experiencia en el diseño teatral y docente en la Universidad Finis Terrae. La diseñadora tuvo que imprimir, ajustar y probar varias veces hasta que el resultado final logrará el efecto buscado: desaparecer sin perder presencia.

“La idea del camuflaje vino de Álvaro Díaz y Francisco Schultz, los directores de 31 Minutos. Ellos querían que los músicos se “fundieran” con la escena, y mi tarea fue hacer posible esa idea. El objetivo era muy claro: debían camuflarse con el fondo. Parecía simple, pero tuvo muchas dificultades técnicas. La escala de las imágenes, la calidad de las referencias, los distintos cuerpos y volúmenes, el espacio tan apretado… todo eso hacía complejo lograr que el efecto funcionara visualmente”, reveló Devia en entrevista con PostData.

La profesional explicó que “todo lo hice desde Santiago. Compré los materiales, mandé a imprimir las telas, eso fue en Independencia, y luego trabajé con Sergio Aravena, el realizador de vestuario, que vive en La Florida. En el fondo, fue una triangulación entre 31 Minutos (que está en la calle Mata), Independencia y La Florida. Todo se resolvió acá, con mucha precisión a distancia”.

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“Creo que este es mi trabajo que ha tenido mayor impacto, sobre todo por la cantidad de reproducciones y la visibilidad que tuvo. Llevo 25 años trabajando en diseño escénico y, aunque este fue uno más dentro de la rutina, la repercusión lo vuelve especial. Uno está acostumbrado a giras internacionales con teatro, que son muy significativas, pero no alcanzan esta masividad popular. Esta experiencia ha sido muy distinta por eso”, finalizó.

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