“Estuvo de cumpleaños mi esposa y no pude estar con ella, pero venir a Europa es un sueño... Madrid me recordó a Santiago”

Juan Alcayaga, conocido por todos como Don Carter, celebra en 2025 los 50 años de carrera y no piensa aún en detenerse. “Hoy estoy en Berlín y el 9 de mayo nos presentamos en Barcelona (Teatre Aquitània)”, cuenta al teléfono antes de su función en el Comic Comedy Club en Alemania.

Con 75 años, el humorista se embarcó en su primera gira a Europa, llamada Don Carter Sin Censura y lo hizo a lo grande. Comenzó en Madrid el pasado 5 de mayo con gran éxito, y tras Alemania y España, seguirá en Londres (10 de mayo), Dublin (12 de mayo), París (13 de mayo) y Lisboa (15 de mayo). “Luego vuelvo a Chile y tengo funciones agotadas para la misma semana”. Entradas para la gira, aquí.

- ¿Cómo surgió la idea de venir a presentar su show a Europa?

- El año pasado unos chilenos nos invitaron a Suecia y Noruega, y fue una experiencia hermosa. Ésta vez nos contactó una productora y cuando me contó mi equipo lo encontré fabuloso. De inmediato dijimos que sí, como sea. Era mi primera vez acá y es todo un sueño venir-

- ¿Cómo reaccionaron su esposa y su hijo cuando les contó de esta idea?

- Esta semana estuvo de cumpleaños mi esposa y no pude estar con ella. Esto es un sueño para mí, estar en Europa, no te lo imaginas. Ellos saben lo que yo hago. Nos hablamos, ella está súper contenta. El regalo se lo hice, justo antes de venirme. Me compré un departamento muy lindo en Concon, donde nos gustaría irnos más adelante.

¿Qué es lo que más le ha sorprendido de las ciudades que ha estado hasta ahora?

- Recorrí Madrid y sentía que era Santiago, que podía ser una versión perfecta de Santiago, y me ha fascinado. Como conservan los edificios, estar tranquilo con los teléfonos en la calle. A mí me han robado dos veces el teléfono cerca de mi casa.

- ¿Cómo ha sido la reacción del público al verlo? ¿Qué ha sido lo más gratificante?

- Unos chilenos estaban paseando en la Gran Via y fueron a sacarse fotos conmigo. La gente que me acompaña acá me dijo: a usted lo quieren mucho. Nadie se saca fotos con alguien que le cae mal. He tenido suerte que la gente, con el profesor Rosa, nos perdonó que nos pusiéramos cochinos y muy cochinos. Estos jóvenes nos vieron en la tele, han pasado varias generaciones y seguimos ahí.

- ¿Hubo que cambiar algo de su rutina: adaptar palabras o modismos?

- Yo sabía que todo el público era chileno, y no me preocupé de cambiar tantas cosas de la rutina. Les hablé para traerle un pedacito de Chile acá, porque hay muchos que no van al país hace años y así me lo propusieron cuando se dio la idea. Por suerte a mí me dicen que no suenan groseros los chistes. Que parezco educado.

- ¿Y cómo ha sido ese reencuentro con esos distintos tipos de chilenos que menciona?

- Es muy lindo hace reir, y más a esos chilenos que llevan lejos mucho tiempo. Hay otros que son hijos de chilenos y que nunca han viajado para allá, que no han estado en contacto con sus abuelos y tíos, y uno se siente así. A un show fue una niña vestida de monja para solidarizar conmigo, por lo que me pasó en Temuco, donde el Gran Canciller impidió la presentación en la UC.

- Todavía le quedan bastantes días acá en Europa: ¿hay algún lugar que le llame la atención o sea un sueño por cumplir?

- París y Londres. Y lo que me sorprendió mucho Dublin, porque hay muchos chilenos ahí y yo no sabía. Ahora estamos listos para Barcelona, donde sabemos que nos están esperando y se han vendido bastantes entradas. Van tantos a mi show viejos y jóvenes.