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“Me detenían los prejuicios, me daba vergüenza andar mostrando las pechugas, siendo una persona tan mayor”

Bordea los 50 años y es una de las precursoras en la divulgación de contenido para adultos: “A cualquier niña le gustaría llegar como estoy yo”.

La venta de contenido erótico en las plataformas para adultos se encuentra en plena vigencia en el país. Es un fenómeno transversal que también incluye a muchas mujeres que, para algunos, podrían ser consideradas mayores y con bajas opciones de incursionar en esta faceta.

Katherine Tamburini tiene 47 años, es cosmetóloga y entrega contenido erótico en Arsmate. En Las Últimas Noticias (LUN) contó que “a mis años, a cualquier niña le gustaría llegar como estoy yo. La gente me dice ‘Ay, te ves mejor en persona’. Mi cuerpo es musculoso, yo soy pura fibra”.

Sobre su inicio en la plataforma de contenido para adultos, Tamburini aseguró “me detenían los prejuicios, me daba vergüenza andar mostrando las pechugas, siendo una persona tan mayor”.

Y respecto de las reacciones negativas en la redes, la cosmetóloga sostuvo que “el odio está en todos lados, son fans que vibran bajo para mí, gente que no está feliz, que ve que uno está feliz y se desquita, no sé. Te hacen pebre pero están pendientes de lo que estás haciendo”.

Otras modelos

Marcia González, de 50 años, también difunde contenido en Arsmate. En LUN reveló que “para muchos es algo que solo es sexual, pero yo lo veo como una persona que es mayor, que se ve súper bien, que siente bien y que ha ganado plata”.

“Si me ven en la calle me saludan, pero la gente que te ataca es la gente que es cobarde y que está detrás de su celular, pero en la calle eso no se da”, agregó la modelo.

Algo similar sucede con Isabella Muñoz, de 45 años, quien es otra divulgadora de contenido erótico. “Estoy en mi mejor momento, creo que Arsmate hay público para todo. Estamos a la par con las chicas de 20. A mí me siguen muchos chicos jóvenes, por el tema de la Milf (categoría para mayores de 40), aunque tengo de todo tipo de suscriptores”.

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