Modelo sufre la filtración de un video íntimo y ella reacciona al instante: “Solo lo tenían dos personas”

Este ha sido el tema de la última semana. Un escándalo ha recorrido la comunidad latinoamericana en todo tipo de portales y redes sociales, luego de que filtrara un video íntimo de la modelo venezolana Isabella Ladera y el cantante colombiano Beéle, situación incendiaria sobre la que la maniquí se ha pronunciado públicamente para denunciar lo que considera la mayor traición que jamás ha sufrido.

“Estoy profundamente devastada. Un momento íntimo y privado fue filtrado sin mi consentimiento, en un acto que representa una de las traiciones más crueles que he vivido”, señaló en un comunicado compartido a través de redes sociales, dejando caer que la culpa de la filtración la tiene, por descarte, el artista: “Ese vídeo solo estaba en manos de dos personas: la otra persona y yo”.

El apoyo colectivo que ha recibido

Ladera emplea el texto para denunciar la actuación de Beéle, tanto antes como después de la filtración. “Una persona que me mintió desde el inicio, que fue testigo de cómo enfrentaba consecuencias dolorosas por su causa y, aún así, nunca dio un paso al frente para protegerme”, dice, agregando que “hoy, al verme estable y en proceso de reconstrucción, esa misma persona decide exponerme de la forma más baja”.

Este acto, expresa, además de vulnerar su privacidad, “también atenta contra mi dignidad y ha causado un inmenso dolor, no solo a mí, sino también a mi familia”. Y más allá del plano personal, el social. “Esta filtración constituye una forma de violencia hacia las mujeres. Pero lo más desgarrador ha sido recibir burlas, odio y juicios, mientras el verdadero responsable permanece en silencio”, lamenta, señalando la injusticia que reside en dicho escenario: “Una vez más, la carga recae sobre la mujer, sobre mí, y no sobre quien cometió el abuso de confianza”.

Pese a todo, su mensaje es de fortaleza y, en ningún caso, de debilidad. “A pesar de todo,no permitiré que esto me destruya. No soy la primera, ni la única.No soy la vergüenza de esta historia. La vergüenza recae sobre quien traicionó. Yo sigo aquí, de pie, con la frente en alto. Por mí. Por mi familia.Y por todas las mujeres que han sido víctimas de un narcisista”, proclama, anunciando“acciones legales por las vías correspondientes”.

No claudica ante semejante injusticia. “Tampoco voy a esconderme. Tengocompromisos laborales y responsabilidades personalesque demandan mi presencia en plataformas digitales, y seguiré cumpliéndolos”, dice, con profesionalidad, armándose de fuerza para sentenciar con un puño sobre la mesa:“Mi valor no se define por un vídeo, ni por la crueldad de otros. Mi historia no termina aquí”.

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