“Soy el Papa, puedo casar a quién quiera dónde quiera”: el día que Francisco casó a una pareja de chilenos en un avión
En 2018, Paula Podest y Carlos Ciuffardi fueron casados por el Papa Francisco arriba de un avión, en un vuelo entre Santiago e Iquique.
El Papa Francisco falleció a los 88 años y una de sus historias más extraordinarias tienen que ver con Chile. En 2018, cuando visitó el país, Jorge Mario Bergoglio casó a una pareja chilena en un avión.
Paula Podest (39) y Carlos Ciuffardi (41) eran tripulantes de LATAM y no pudieron casarse por la iglesia, porque la ceremonia se frustró debido al terremoto del 27 de febrero de 2010. El sismo, que generó un tsunami posterior, derrumbó la parroquia Santa Gema Galgani de Ñuñoa.
En conversación con Contigo en la Mañana, Ciuffardi reveló que el día anterior a ese momento, “el Papa no le hizo caso al protocolo y conversó largamente conmigo. Fue muy cordial, para mí no fue como hablar con el Papa, sino que con un abuelito simpático. Hablamos muchas cosas y ahí él me conoció. Para mí, esa era la gran anécdota de mi vida, pero no sabía lo que vendría. Me hice amigo de él”.
Al día siguiente, en un viaje a Iquique, por una iniciativa de uno de los dueños de Latam, Ignacio Cueto, los tripulantes del avión saludaron al sumo pontífice. Carlos Ciuffardi pidió ir con su esposa, que estaba en el servicio, con la que ya tenían dos hijos. “Me dijeron que el Papa estaba encantado de recibirnos, ya que se acordaba que había hablado conmigo”, afirmó.
“Le pregunto si nos podía dar la bendición del matrimonio. Y él me dice ‘che, ¿pero ustedes están casados por la iglesia?’ No, sólo por el civil. Y me dice ‘pero cómo me decís eso, venís y me das una bofetada en la cara’”, reveló.
En ese momento, Carlos le cuenta a Francisco lo de su frustrado matrimonio por la iglesia. “En ese momento mira a Paula y le pregunta ‘¿esto es verdad?’ y ella le responde que sí, que teníamos programado todo y no se pudo hacer. En ese momento me dice ‘yo soy el guardián del Espíritu Santo y si te trajo hasta acá con tu esposa, y me estás contando esta historia, yo tengo que darle un cierre”.
“El Papa sacó una hoja de su maletín...”
Carlos Ciuffardi revela que “coincidieron tantas cosas. Yo me enojé con Cristo el día en que no pude casar pero que el Papá me tapó la boca y nos pregunta: ¿ustedes se quieren casar? Y él nos dice: ‘yo los caso aquí y ahora. Yo soy el Papá, puedo casar a quién quiera dónde quiera. Traiga un testigo’. Y fue Ignacio Cueto, uno de mis jefes esa época y que hoy es mi compadre”
“Nos pidió las argollas y nos preguntó si había amor en nuestro matrimonio, si queríamos seguir juntos toda la vida. Nos casó igual que en una iglesia, en un espacio muy pequeño. Él nos habló de la vida, nos dio un sermón. Terminado nos dimos un beso, algo que dos tripulantes no pueden hacer, pero teníamos el permiso del Papá y de mi jefe”, cuenta entre risas Carlos.
Según Ciuffardi, “el Papa sacó una hoja de su maletín y escribió el acta religiosa de su puño y letra, firmada por él, la pareja y el testigo Ignacio Cueto. Fue una experiencia inolvidable para todos. Y marcó varios récord Guinness, la primera vez que un Papa casaba a una pareja en un avión y la primera vez que casaba a una pareja fuera de Europa”.
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