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La leyenda argentina de 45 años que es respetada en Chile: “No es ni un trabajo; lo disfruto”
@lamperti.ml10

ENTREVISTA AS

La leyenda argentina de 45 años que es respetada en Chile: “No es ni un trabajo; lo disfruto”

Suma casi 30 años de carrera profesional en el deporte que cautiva al mundo. “No puedo vivir muchos días sin jugar”, dice a AS.

Si Miguel Lamperti (45) pisa una cancha de pádel, hay show asegurado. Además de su talento y patentar un estilo de smash único (sobre todo a la hora de sacar la pelota de la pista por tres metros de altura), el argentino también tiene el carisma necesario para ser querido en cada rincón del mundo donde vaya a jugar. En el Pala Tour 2023 no fue la excepción. ‘Miguelito’ fue ovacionado por el público que llegó al Movistar Arena debido a sus bromas y cercanía con la gente.

Lamperti disfruta de su profesión. No tiene problemas de quedarse durante varios minutos firmando autógrafos o sacándose fotos con los fans, y tampoco tiene peros a la hora de hablar con la prensa. Con la cordialidad que lo caracteriza, uno de los padeleros más queridos de Chile atiende a AS para hablar sobre su vida y el deporte que lo acompaña hace más de 30 años.

- ¿Qué es lo mejor y lo peor de ser jugador de pádel?

- Para mí, el pádel es casi mi vida. Me dedico profesionalmente desde los 16, empecé a jugar a los 12 y nunca imaginé que iba a ser un jugador profesional. Siempre fui muy pegado a mi familia, me costó muchísimo salir de mi ciudad y de mi país por mi mamá y mi familia, pero me acostumbré de chiquito a viajar. Son casi 30 años viajando y lo único duro es el momento en el que te despides de tu familia y te vas, que sabes que en un tiempo no los vas a ver. Todo lo demás es bueno, porque es lo que me gusta hacer. No es ni un trabajo, porque disfruto del día a día entrenando. Sí, me enojo y me exijo, pero no puedo vivir muchos días sin jugar. Te diría que el 95 por ciento son cosas buenas.

- ¿Lo motiva ser protagonista como jugador del crecimiento que tuvo el pádel teniendo en cuenta las condiciones que había cuando usted comenzó a jugarlo?

- Me enorgullece más que nada. Saber que el pádel está a un nivel cada vez más alto y ver todas las etapas, desde cuando era muy difícil vivir de esto hasta hoy, es espectacular. Disfruto de que a los chicos les vaya muy bien y disfruten de esto. Me encantaría tener 15 años menos, pero desde afuera también los voy a disfrutar. Ojalá que siga creciendo, es un deporte con muchos beneficios y muy divertido. Una vez que te enganches, no puedes dejarlo.

- ¿Cómo se entrena para seguir compitiendo a los 45 años y dar pelea a los que hoy están en la vanguardia del ranking?

- Toda la vida disfruté, no fui el típico jugador que se cuidó tanto. Siempre me encantó jugar, pero nunca tuve preparador físico ni entrenador, nutricionista, psicólogo ni nada de las cosas que hoy hay. Desde los 35 que me estoy entrenando muy bien, cuidándome porque hoy lo necesito. Voy un domingo a entrenar solo, cosa que jamás había hecho, pero lo siento parte de mí y me hace bien. Eso hace que pueda intentar estar al nivel de estas bestias. Vivo como una persona normal, pero no dejo nunca de entrenar.

- ¿Cómo le gustaría cerrar su carrera?

- Sinceramente, disfrutando del pádel. Eso es lo que quiero. Sé el nivel que puedo dar cuando disfruto, que las piernas y el físico me aguanten y que pueda jugar cada partido con una sonrisa y dándolo todo. Después, los resultados que sean. Soy una persona muy exigente conmigo y mi compañero, no me gusta perder, por más que ahora pierda más (ríe), pero si disfruto, me iré muy contento.