Le dio un título histórico a la U y en Europa es ídolo: “La gente me recibe con mucho amor”

Rodrigo Tello (44) fue uno de los invitados de Global66 a la ceremonia de despedida de los cinco chilenos que fueron elegidos por el Bayern Múnich para entrenar por una semana en Alemania con el equipo juvenil del gigante bávaro. Si bien los ganadores de esta experiencia prácticamente no lo vieron jugar en vivo, el chileno dejó una huella en el fútbol de nuestro país. Fue medallista de bronce con Chile en Sídney 2000, campeón con la U ese mismo año, jugó el Mundial de Sudáfrica 2010 y fue figura tanto en Sporting de Lisboa como en Besiktas, donde se convirtió en un ídolo.

Luego del evento, Tello atiende con una sonrisa a AS Chile, con quien habla de su nueva vida tras el retiro. “Ya van casi ocho años desde que me retiré. Me di un tiempo a mi vida personal, dejar de lado un poco lo que eran los entrenamientos del día a día y un tiempo después empecé a jugar en un liga, así que me estoy moviendo relativamente todos los fines de semana. El fútbol no me ha dejado todavía”, dice entre risas a este medio.

“En lo personal, abrí una agencia de jugadores, siempre jóvenes, tratando de ayudarlos en todo lo posible. Es una agencia pequeña, pero tenemos jugadores en el profesionalismo, como Vicente Conelli, Gabriel Norambuena y Thomas Gillier que son los que están destacando. Estoy muy feliz de apoyarlos y ver cómo están creciendo”, indica sobre su trabajo actual.

- ¿Qué es lo que más extraña de su etapa como futbolista profesional?

- Se echa de menos el camarín, estar con tus compañeros, la competencia obviamente. Siempre he sido un tipo muy competitivo que quería ganar como también me tocó muchas veces perder. Se echa de menos, pero entendemos el paso que viene y que el fútbol no es para siempre, así que me preparé para ese momento, elegí este camino (la representación de jugadores) y hasta el momento no me arrepiento.

- Hoy representa a jugadores jóvenes con potencial. ¿Cómo era en su época cuando usted tenía la edad de ellos?

- La verdad que a esa edad no somos representantes, sino que mentores que tratamos de guiarlos lo mejor posible para que lleguen al fútbol profesional y puedan internacionalizar sus carreras. Yo hice una gran carrera y no me arrepiento por eso, pero siempre le digo a los muchachos que si a los 16-17 años hubiera tenido un mentor, a lo mejor hubiera llegado a otros lados como España, me gusta mucho Inglaterra también. Ellos tienen la suerte ahora y mismo la competencia te hace tratar de apoyarlos en conjunto con la familia, que es muy importante. Después, los jugadores se venden solos, siempre lo digo. Jugando se van a hacer visibles en el exterior y poder ser en algún momento exportables.

- ¿De qué forma convence a los jugadores para que trabajen con usted?

- El punto de vista es súper simple: si tienen condiciones, pero no solamente eso, que es muy importante. Al final es el trabajo, la constancia y la mentalidad es lo fundamental y lo que te lleva a ser jugador profesional y si se quiere, hacer una carrera internacional. Para mí, se divide por divisiones. Hay jugadores que son para Chile y otros para más mercados de Sudamérica, pero el que quiera llegar a Europa necesita un trabajo enorme y mucho sacrificio. Nosotros inculcamos eso. Sabemos que no todos llegan y a través de mi experiencia les transmito todo lo que tuve que hacer para llegar a ser futbolista y mantenerme en Europa.

La emotiva relación de Rodrigo Tello con la U y dos clubes de Europa

- Lo recuerdan con mucho cariño en la U, Sporting y Besiktas. ¿Qué le parece?

- Es muy gratificante. Uno no se da cuenta cuando está jugando, pero cuando voy a Turquía, incluso ahora, la gente me recibe con mucho amor, en Portugal también. Estuve casi 10 años en esos dos equipos, no hay muchos jugadores que han estado mucho tiempo en los mismos equipos y eso se siente incluso con la Universidad de Chile. Me hubiera encantado volver a la U en mi último año, no se pudo, pero la gente siempre me recuerda el momento en el que con mi gol le pude dar el bicampeonato al club (en 2000). Es gratificante que me recuerden también por los Juegos Olímpicos y para eso es lo que intentamos hacer.

- En Besiktas se convirtió en un referente aun cuando el idioma podía ser un impedimento en el inicio...

- Me pilló en buena forma futbolística y mental. Con 27 años, llegué a un equipo grande y la respuesta fue inmediata. La gente me acogió con mucho cariño, intenté dar lo mejor siempre y cuando sales campeón en Turquía, eres recordado para siempre. Tuve la oportunidad de hacerlo con un gran año, teníamos un gran equipo, un gran entrenador, fue una experiencia inolvidable.

- ¿Es fácil que lo reconozcan en la calle cuando va para allá?

- Sí, yo creo que sí. Si no me dejo la barba como ellos yo creo que sí (ríe). Tengo grandes amigos allá, pasé ocho años allá, después me fui a Eskişehirspor y con ese equipo también logré cosas como clasificar a la Europa League. Donde estuve en Europa me tocaron buenos equipos y a la vez estar en grandes equipos requiere de una gran presión porque necesitas siempre ganar y afortunadamente puedo decir que en los equipos que estuve, pude ganar campeonatos.