ENTREVISTA AS
“Le hice una promesa a mi papá... Le dije que quiero jugar hasta los 42 años”
“Uno de los arqueros más importantes en la historia de River, que es Amadeo Carrizo, jugó hasta esa edad. Esperemos llegar y pasarlo”.
Nicolás Peranic (39) fue uno de los invitados más importantes que tuvo el lanzamiento de PIN-UP en Chile. ¿La razón? La marca de casinos online y juegos de apuestas será el sponsor principal de Deportes Limache, el club donde jugará el arquero en 2025.
En la actividad realizada en Vitacura, ‘Nico’ acepta cordialmente hablar con AS sobre su nuevo desafío y los 10 años que ya lleva en Chile.
“Estoy muy contento por el espaldarazo que recibí del club. Confió en mí después de haber tenido un fin de año no tan bueno por mi lesión y la operación. Me han dado la oportunidad de integrarme a este club que es como una familia y que está en pleno crecimiento”, cuenta Peranic a AS.
- ¿Fue fácil tomar la decisión?
- La verdad que sí. Cuando se comunicaron con nosotros, en dos días estaba la situación resuelta. Tenía ganas, me gustó el desafío. Alguno puede decir que es una tarea difícil, porque es un equipo recién ascendido, pero ya pasé por esa situación hace unos años. Sé de lo que se trata y creo que es un club que nos da las herramientas para afrontar el desafío.
- En 2024, tuvo un año muy difícil a nivel profesional. ¿Qué rol cumplió su familia en esos momentos?
- Ellos son todo. Me apoyaron en las dos operaciones, sabiendo lo competitivo que soy para entrenarme y pelear por un lugar, pero no lo podía hacer. Me aguantaban cuando sufría los resultados deportivos que, por más que no me tocaba jugar, uno los siente como propios porque forma parte de un grupo y la pasamos mal. Pero llegar a casa, son los que te hacen olvidar los problemas y los primeros que me apoyaron para tomar esta decisión.
- Sus operaciones fueron complejas. ¿Cómo era la vida fuera del club?
- Mi mujer hizo todo y también vino mi suegra a ayudarnos y nos salvó. La operación de la mano implicaba sólo tener una disponible y fue un mes con la mano inmovilizada. Si hubiera estado solo no sé qué hubiera hecho (ríe). Todos me incentivaron a ponerle más empeño a la recuperación.
- Ha cambiado varias veces de club en Chile. ¿Qué es lo peor de eso?
- ¡Ufff! (ríe). Más que nada cuando tienes hijos, es el hecho de tener que sacarlos de un colegio al que ya se habían acostumbrado. Hicieron sus amiguitos y los tienen que dejar, que habían empezado fútbol en un lado y se tienen que ir. Los adultos sabemos lo que es, pero creo que ellos son los que más lo sufren. Les genera una gran capacidad de adaptación en su vida, pero el momento de decirles que nos vamos, es lo que más cuesta. Más que la mudanza, es el desarraigo de su vida diaria.
- ¿Proyecta cuánto tiempo más va a jugar?
- No lo pienso. Lo que me indica a mí (continuar la carrera) es saber si puedo seguir entrenándome de la manera que lo hago y que no sea una dificultad, además de ser un aporte al lugar que voy. Yo siento que puedo seguir entrenando a la par de mis compañeros que tienen 15 años menos que yo y tengo las ganas de levantarme a la mañana para ir a entrenar y a la tarde hacer otra vez. Creo que el día que no sienta eso, será (el retiro). Le hice una promesa a mi papá, aclaro que está vivo... (ríe).
- ¿Cuál?
- Uno de los arqueros más importantes en la historia de River, que es Amadeo Carrizo, jugó hasta los 42. Y yo le dije a mi viejo ‘pa, hasta los 42, como Amadeo, quiero jugar’. Esperemos llegar y pasarlo (ríe). Después vemos, no te voy a mentir (ríe). Mientras yo me sienta competitivo y a la altura de las circunstancias, obviamente que voy a querer seguir jugando.