ENTREVISTA AS
“Llegar a la U es entrar a otro mundo... con mi pareja casi lloramos porque hubo mucho esfuerzo”
Con 27 años, el lateral arriba al CDA luego de consolidarse en el club que lo formó. “La regularidad me abrió la puerta para venir”, dice.
El 27 de diciembre de 2023 será un día que Fabián Hormazábal (27) nunca olvidará. Esa jornada, Universidad de Chile hizo oficial su arribo luego de unas temporadas donde logró consolidarse en O’Higgins, el club que lo formó.
Cuando fue nombrado en la cancha Leonel Sánchez, los hinchas lo recibieron con mucho respeto. Él, por su lado, levantó los brazos agradeciendo el cariño y luego se golpeó el pecho para retribuir el gesto. Ya cuando hizo unos ‘jueguitos’ con sus compañeros Marcelo Díaz, Gabriel Castellón, Maximiliano Guerrero y Franco Calderón, aprovechó hasta para realizar ‘lujitos’, siempre con una sonrisa.
Minutos más tarde, cuando recibe a AS Chile en un salón del CDA post presentación ante los hinchas, su cara sigue expresando felicidad. ‘Fabi’ está viviendo un sueño.
- En marzo de 2022, dijo a AS Chile que quería consolidarse en su club para luego hacerse un nombre en el fútbol chileno. ¿Llegar a la U cumple ese objetivo que se trazó?
- Obviamente. Es un paso muy importante para mí, para mi carrera. Espero poder demostrar todo lo que mostré en mi club anterior, poder hacerlo acá y mejorarlo, para así poder seguir avanzando en mi carrera.
- ¿Cómo describiría el camino que recorrió antes de llegar a la U? ¿Qué le tocó vivir?
- En Curicó fueron muchas cosas lindas, porque vivimos la parte buena que es ganar. Ascendimos con algunas fechas de anticipación, salir campeón, disfrutar, que muy pocas veces se da en este deporte... después en La Serena tuve mucho cariño de parte de la gente, pudimos lograr un ascenso, ya después en Primera no lo pasamos tan bien, pero seguíamos sintiendo el cariño de los hinchas. En O’Higgins, como dije en esa entrevista, me tocó dar la vuelta larga, salir a préstamo, me costó ganarme el cariño de la gente, pero al final se logró. Me pude consolidar, tuve una buena regularidad en los campeonatos anteriores y eso me abrió la puerta para venir a la U.
- ¿Le cambia la vida ser jugador de la U en la calle y con la gente?
- Obviamente. Ser jugador de la U es otra cosa, entras a otro mundo. Ahora el cuidado es el doble, o el triple creo (ríe).
- ¿Cómo está llevando eso? ¿Ya es consciente del paso que dio en su carrera?
- Lo llevo bien. Por ahí ya tenía consciencia de lo que era venir. Sabía a lo que venía, lo que podía pasar con el tema de la gente muy apasionada en la U. Lo imaginaba, pero sí ha superado mis expectativas. Mi familia es la que se tiene que educar un poco más, porque estaba acostumbrada a lo que era la hinchada de O’Higgins, que también es muy apasionada, pero aquí hay mucha más gente.
- Cuando le dijeron que el pase ya estaba confirmado, ¿a quién se lo dijo primero?
- A mi novia primero y después a mis papás, que estaban felices, porque estaban en la incertidumbre de que estaba sin contrato, sonaba en otros equipos, entonces ahí se los confirmé.
- ¿Hubo llanto de felicidad?
- Casi, casi (ríe). Con mi pareja ahí, porque hay mucho esfuerzo. Si empiezas a mirar atrás todo lo que hiciste y de verdad que te emociona. Era un sueño para mí, que vengo de provincia, llegar a un club como la U. Uno tiene muchas ganas de empezar a demostrar y de ganarse el respeto de la gente en la cancha.