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“Pamela Díaz tiene mucho mejor cabeza que yo en la cancha; nunca lo hubiera pensado”

CONTRAPARED

“Pamela Díaz tiene mucho mejor cabeza que yo en la cancha; nunca lo hubiera pensado”

Chiqui Aguayo conoció el pádel en plena pandemia y le cambió la vida. La actriz y comediante ya ha estado cerca de ganar torneos junto a su gran amiga.

Manuel Maira

En 2021, Chiqui Aguayo encontró en el pádel una actividad que la enamoró. “Es adictivo, nunca había estado tan deportista en mi vida. Hubo un tiempo en el que corría, estuve en un grupo de running un par de años, pero este deporte me agarró más fuerte”, dice en charla con Contrapared.

Tal ha sido su vínculo con el mundo del pádel que en noviembre próximo estará en la Padeltón como animadora. “Es como el Lollapalooza del pádel: se agotaron en una hora”, bromea.

La actriz y comediante, que tiene más de 430 mil seguidores en Instagram, ha inspirado a muchas mujeres debido a su participación en diversos torneos en los últimos meses. “Mucha gente me escribe a Instagram y me pregunta qué es. Yo les digo que es parecido a jugar paletas en la playa (ríe). Es un deporte que te agarra rápido porque puedes avanzar de una manera más sencilla y no es tan difícil como el tenis que es muy técnico”, dice.

“Aquí te permite jugar con gente que esté a tu nivel y te va agarrando el bichito. Yo soy cero competitiva, pero aquí como que igual quieres ganar aunque no estés jugando por nada. Tiene una parte social importante y toda la gente que quiera partir que se acerque a los clubes. Hay tantas canchas ahora y los clubes funcionan con chat, así que muchas veces ni sabes con quién vas a jugar. Yo lo recomiendo porque es una súper buena alternativa al aire libre. Necesitas unas zapatillas y una pala. Hay de todos los precios”, comenta.

- ¿Quién la invitó a jugar pádel por primera vez?

- En el Club Suizo nos metimos con la Alison Mandel a hacer algo después de la pandemia, no teníamos claro qué. Yo fui a jugar pádel, pero pensando que era como squash. Otra amiga le preguntó a Ricardo Figueroa (coach de pádel) si tenía un dato de palas y él le dio uno de un lugar en el que había a 25 mil pesos, aunque ahora ya no están a ese precio (ríe). Y todas nos compramos una. Fuimos y a mí me gustó al tiro. Ahí empezamos una clase por semana. Y de las cuatro que partimos, yo soy la que más me embalé.

- Entrena todas las semanas y ha participado en varios torneos...

- Me agarró fuerte este deporte. Aún no gano nada eso sí, es un poco frustrante. Creo que para todo lo que entreno, no soy muy buena (ríe). Ahora lo paso mucho mejor eso sí. Antes me frustraba rápido.

- ¿Ha visto situaciones divertidas en el pádel que las pueda adaptar a sus rutinas?

- Me he topado con hartas cosas chistosas, pero encuentro que es muy de nicho todavía. Eso sí hay cosas muy divertidas. Cuando te peleas con la pareja dentro de la cancha diciendo ‘es tuya’ o ‘era mía’... esos desencuentros son bastante divertidos.

- Tiene hartos compañeros para jugar...

- Sobre todo al principio, que hay que encontrar el amor eterno (ríe). Tengo un partner extraordinario de mixto que es Diego (George-Nascimento) y en mujeres juego harto con la ‘Cami’ (Zamorano) y la ‘Pame’ (Díaz).

- ¿Cómo es Pamela Díaz como compañera?

- Tiene mucho mejor cabeza que yo en la cancha, nunca lo hubiera pensado. Es mucho más fría. Hemos llegado a varias finales y las hemos perdido y a mí como que me da susto y la Pame me dice: ‘¡pero cómo te paraste en Viña y te pones nerviosa por una pelota!’ (ríe). Con ella jugamos harto, entrenamos también, lo pasamos muy bien. Ahora estamos haciendo un podcast, así que pasamos prácticamente todo el día. Con la Pamela siempre hablamos de eso: con el pádel duermes mejor y de verdad te ahorras plata del psiquiatra (ríe).

- ¿Qué expectativas tiene con el pádel?

- Quiero parar un poco con los torneos y entrenar mucho, porque me frustro mucho al no poder ganar. Las expectativas son seguir pasándolo bien y conociendo gente.

- ¿Se ha sorprendido su familia de verla tan deportista?

- Sí. Mi mamá me dice ‘ya estás jugando padle’. Todavía no le puede decir pádel (ríe). Todos me apoyan igual, encuentran que estoy en un buen camino. Mi marido me apaña, porque los fines de semana son los torneos y yo conozco gente que ha tenido problemas, pero hasta aquí vamos bien (ríe).

- ¿Cuál es su mejor y peor golpe?

- El mejor, la derecha cruzada y el peor la volea de revés (ríe).