“Sin mi familia no estaría acá... lo que estoy jugando no me da ni para un plato de comida”

Si bien terminó el año con el mejor ranking de su vida, Nicolás Villalón (20) no quedó del todo conforme. El tenista chileno, actual 1.088 del mundo, tenía pensado estar más arriba en el escalafón mundial, pero no conseguirlo tampoco lo desmorona.

“Fue un año bastante duro, todavía no logro dar el salto que me gustaría, pero siempre positivo. Siento que he madurado y crecido harto, así que espero con muchas ansias el próximo año y espero dar un gran salto en el ranking”, cuenta a AS Chile con mucha ilusión tras ser finalista de la Copa Chile de Tenis que se jugó en el Club de Tenis Providencia.

- ¿Qué cree que le falta para dar ese salto?

- Creo que un poco más de convicción, como creérsela un poco más, pero estamos trabajando en eso.

- Y en ese sentido, ¿cuánto suma para usted poder jugar una final de Copa Chile y que de a poco el público del país lo vaya conociendo?

- Estos escenarios son los que me gustan a mí y los que quiero seguir repitiendo. Espero poder jugar muchas veces más acá, en escenarios aún más grandes y voy a seguir trabajando para que eso se logre (sonríe).

- ¿Qué valor le da al apoyo de su familia en su carrera?

- Ha sido fundamental. Sin ellos, no estaría acá. Aprovecho de agradecerles. Es un sacrificio importante el que hacen por mí. No es fácil, pero aquí está la familia entera para apoyarme.

- ¿Qué es lo más difícil de las giras tan extensas?

- El tiempo solo. Uno echa de menos, yo extraño mucho a mi familia, soy muy de piel. Estar compitiendo cada semana, al máximo nivel es complicado, sobre todo cuando uno no consigue los mejores resultados, pero es parte del deporte. Espero seguir dando ese paso.

- El tenista es quien hace su sueldo según su rendimiento. ¿Cómo se sustenta cuando no consigue los resultados que espera?

- Nada, la familia no más (ríe). A esta altura, lo que estoy jugando no me da ni para un plato de comida yo creo (sonríe). Estoy intentando trabajar para poder sustentarme por mí mismo, pero por ahora toca recibir el apoyo de la familia.

“Es gente que se va a quedar sin trabajo a los 24 años, qué van a hacer con un hijo y una familia”