ARCOS
El misterioso hombre del maletín
Aseguran que lo vieron merodeando por las canchas chilenas. Como en todos los epílogos del campeonato, dicen que desempolvó su traje oscuro, su pantalón de gabardina al tono, sus gafas y su maletín, lleno de billetes, para tentar a los jugadores a pasarse al lado oscuro de la fuerza.
Dicen que ya vieron al hombre del maletín.
Julio Barroso parece que lo vio. En la sala de prensa del Monumental, enfrentado a los micrófonos y los flashes, el argentino miró debajo del agua. Habló de penales truchos, de jueces parciales, de dirigentes corruptos, a cuatro fechas del final de campeonato.
A la hora de ser consultado por los nombres propios, el zaguero, como aguerrido defensor, envió la pelota fuera de la cancha. "Todos saben a quién me refiero", dijo.
¿A quién don Julio? ¿A qué club? ¿Conoce algún árbitro corrupto ¿Vio usted al hombre del maletín cuando jugaba en Boca, en Ñublense, en OHiggins o en Colo Colo?
Unos dicen que usa un abrigo largo, fuma tabaco y camina lento. Otros aseguran que es una dinastía y que ahora es su heredero quien tomó la posta del fajo de billetes para sobornar, presumir, invitar, seducir?
Este personaje aparece al final de todos los campeonatos. Nadie lo conoce por su nombre. Nadie confiesa haber charlado con él. Menos recibir dinero por sus servicios. Pero es como los personajes míticos, folclóricos. El final de campeonato no sería el mismo sin las insinuaciones del misterioso hombre del maletín.
Dicen que anda por allí. Atentos.