Chile organizó un Mundial Juvenil en plena dictadura. La FIFA vino a inspeccionar el Estadio Nacional cuando era centro de detención y tortura y dijo que se podía jugar igual. Y nunca intervino.
La propia FIFA organiza un certamen con dudosos mecanismos de clasificación, ausencias inexplicables y equipos invitados a la fuerza.
Buena parte del mérito de Esteban González y Juan José Ribera, ha sido tener la capacidad de instalar una idea de juego que no se negocia.
La eliminación a Rusia 2018 fue un golpe feroz. La no clasificación a Qatar 2022 parecía una tarea consumada. El desastre rumbo al 2026 resulta catastrófico.
No es sólo quedar fuera del Mundial, es la señal que exhibiste: escaso trabajo, pobre preparación, nula forma de juego y una indiferencia pasmosa.
Lo inquietante es instalar la trampa como si fuera una virtud, la corrupción como el camino a seguir, el ganar a cualquier costo. Y que eso merezca aplauso y reconocimiento.
El DT ha dirigido equipos grandes, gigantes y chicos. Le ha ido bien y mal. Ese recorrido le permite comprender cuando la situación es insostenible.
Para ser justos, Gareca nunca afrontó el proceso chileno de otra forma. Distancia, desidia, casi indiferencia.
Colo Colo no fue el mismo después de ese día. Los festejos del Centenario que venía fueron acotados. El clásico con la U fue suspendido.
Lo dirigieron algunos de los mejores entrenadores del mundo y eso es un aprendizaje permanente. Ha dicho que su referente es Carlo Ancelotti.
La mejor incorporación de la Universidad de Chile en los últimos años ha sido, sin duda, Gustavo Álvarez.
La imagen de David Arellano ha sido homenajeada como ninguna otra en el centenario de Colo Colo.
Murieron dos personas en la previa a un partido de fútbol. Dos personas que no regresaron a su casa. Dos personas que no alcanzaron a entrar al estadio.
La selección nacional sub 17 acaba de clasificar al Mundial de Qatar, lo que siempre es una buena noticia. Este año Chile organizará el Mundial sub 20.
Por primera vez, la Roja queda fuera de tres Mundiales en cancha. No es sólo una derrota deportiva. Es cultural, social. Es un daño a nuestras biografías. Un daño del que nadie responde.
La fe se sustenta en milagros y creencias, pero no en juego. Chile está a un paso de quedar fuera de su tercer mundial.
La pelea que protagonizaron los dirigentes de Blanco y Negro debe ser de las escenas más ordinarias del último tiempo.
“La deuda de arrastre es enorme. Ni siquiera el último triunfo ante Venezuela y el mejor estado de forma de los jugadores convocados por Ricardo Gareca, logran amilanar el sentido de emergencia...”
No es fácil sostener procesos cuando los marcadores son adversos. Sólo se puede hacer cuando hay una genuina convicción en el trabajo.
“¿Zampedri es la solución a los problemas futbolísticos que registra el equipo? Por supuesto que no. Entregarle esa mochila sería injusto”.
Separemos las cosas. La claridad es necesaria, urgente, permanente. No usar los resultados positivos para desviar las atenciones, debería ser una premisa.
Da la sensación de que Chile tiene más cartas para jugar. El gran problema es la deuda de arrastre. Y es muy difícil saltar esa valla.
Erick Pohlhammer murió en mayo del 2023, pero no ha dejado de escribir. Este hechizo, que traspasó los límites de su existencia, fue posible a través del rescate de una serie de textos, bocetos, mensajes escritos a mano.
No somos un país futbolizado. ¿Deberíamos serlo? Algunos creemos que sí. Creemos que detrás de una pelota corre un niño y una niña sin pretensiones de ser una estrella de alta envergadura
La negociación entre el Sindicato de Futbolistas y la ANFP ha sido y será difícil. Si en las próximas horas el paro se levanta, será un paso adelante para mover la actividad
Página1