LO MEJOR DEL 2014
La consagración de Sánchez
Anotó por primera vez en un Mundial, dejó Barcelona por Londres y hoy brilla en el Arsenal. El delantero dejó atrás las dudas y hoy aparece como uno de los mejores del mundo
Alexis Sánchez había insinuado durante toda su carrera algo: ser un superclase. De esos jugadores distintos, que no salen siempre. Que marcan una época. Sin embargo, para lograrlo no bastaba con su habilidad indiscutida, su capacidad de recuperación y gran forma física.
El delantero se caía en los números: en la incapacidad de ser titular en Barcelona, en los escasos goles que había sumado durante sus años en Europa, que lo llevaban a perder siempre en la comparación con los otros, con los mejores.
Todo eso quedó relegado en 2014. El delantero cerró su etapa en el Barcelona con el mejor registro de su carrera. Fue el segundo goleador del equipo dirigido por Gerardo Martino con 21 goles, y aunque no pudo ganar nada, demostró por qué había llegado a Catalunya hace tres años.
En la selección chilena seguiría demostrando. La lesión de Arturo Vidal lo convirtió en el gran líder de una selección histórica que clasificó a Chile por segundo Mundial consecutivo y ya en Brasil saldó una deuda: Ante Australia anotó por primera vez en una Copa del Mundo.
Pese a la eliminación en octavos de final con Brasil, Sánchez se veía más maduro. Como el líder de un equipo que apostó a la Copa América como su revancha, y listo para cambiar de aires: el 10 de julio firmó como nuevo refuerzo del Arsenal a cambio de 40 millones de euros.
Su condición de refuerzo estrella no le pesó a Alexis en Londres. En medio de un equipo de buen toque, pero irregular, el nacional se alzó rápido como el mejor, como el guía. Fue clave para clasificar a octavos de final en la Champions League y en tres meses se ha convertido en el máximo anotador del equipo con 14 anotaciones en 25 partidos.
Para Arsene Wenger es indiscutido, para sus compañeros un modelo a seguir, para los hinchas un jugador capaz de llegar a la línea de las leyendas. Pese a no poder celebrar la navidad en su Tocopilla natal como lo ha hecho siempre, Sánchez tendrá un fin de año feliz. Lejos de las críticas y cuestionamientos de otra época, y más cerca de ese sueño en el que siempre creyó: ser uno de los mejores del mundo.