Delicado momento
Tapia suma 77 días marcado por polémicas que lo complican
El problema con Bravo sumó al movido pasar interno del club. El caso Barroso, el de Flores y Toro, amenazas de paro y la pelea de Vecchio con Herrera aún resuenan en la interna.
Los últimos dos meses y medio de Héctor Tapia al mando de Colo Colo no han sido tranquilos. A partir del 5 de noviembre de 2014, el técnico albo se convirtió en protagonista voluntario e involuntario, debido a diversos episodios que alteraron la cotidianidad del equipo.
El mencionado día, Julio Barroso puso en duda la transparencia del torneo local, situación que trajo su citación inmediata al tribunal de disciplina. Eso dio paso a que el 13 de noviembre Gonzalo Fierro esbozara la posibilidad de que el equipo albo no se presentase a jugar si Barroso era castigado.
La amenaza del capitán no se cumplió, pero enrareció el ambiente al punto que en la semana previa a la última fecha del torneo pasado, el equipo cerró las puertas a la prensa, aplicando un veto soterrado, que llevó a un pacto del equipo a no exponerse ante los medios.
De Flores y Toro, a Vecchio y Bravo
La perdida del campeonato pasado remeció el ambiente interno del club, el que trajo un nuevo capítulo que Tapia vivió con Felipe Flores y Sebastián Toro. El entrenador no contemplaba al ariete y al central para este semestre, situación que no cayó bien en el plantel, por el manejo de la situación de parte del entrenador. Eso incomodó al grupo de jugadores, el que terminó aclarando el tema directamente con el DT. Tras la aclaratoria charla, Flores se quedó y Toro se fue a préstamo. Sin embargo, los coletazos por la salida de Toro continuaron, pensando en la dilatada contratación de un nuevo central, algo que aún incomoda al cuerpo técnico.
Recientemente se sumó la mediática pelea entre Emiliano Vecchio, junto al PF Juan Ramírez, con Johnny Herrera, episodio que trajo largas conversaciones del cuerpo técnico con Blanco y Negro.
Asimismo, el delicado momento interno se potenció, ahora, con la negativa de Tapia y el plantel para que Claudio Bravo entrenara en el Monumental. Para aquello Tapia reconoció que "hablé con el grupo y decidimos que lo mejor era evitar exponer a una situación incómoda a mi plantel y a Claudio (Bravo)", apuntando a que la negativa pasó por las críticas hechas por el meta a los reclamos de Barroso.
En este escenario, el joven estratego albo suma 77 días inmerso en inesperadas polémicas, las que arrancaron aquel 5 de noviembre, donde Barroso no se guardó nada.