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Copa Davis

Lado B: Todo lo que no se vio en la exitosa primera jornada

Al Estadio Palestino llegaron figuras de todo tipo y se vivieron momentos emocionantes. Revisa todo lo que dejó el viernes de Copa Davis.

Lado B: Todo lo que no se vio en la exitosa primera jornada
AtonChile

Hasta el Matador llegó. Marcelo Salas no pasa desapercibido en ninguna parte. Ni siquiera en el tenis. El ex delantero llegó a apoyar al equipo chileno, siendo uno de los más aplaudidos por el público.

Lado B: Todo lo que no se vio en la exitosa primera jornada

La familia del tenis en pleno. El mundo del tenis chileno es pequeño y todos se conocen. Por eso la Copa Davis siempre es un buen lugar de reunión. Llegaron ex jugadores como Fernando González, Sergio Elias, Hermes Gamonal, Guillermo Hormazabal y Jaime Fillol, ex directivos como Neven Ilic y otras figuras conocidas como Horacio de la Peña. Todos se fueron felices.

El furor de la comida palestina. La extensa jornada de tenis, provocó que los puestos de comida del Estadio Palestino fueran un éxito. Ahí, predominó la comida local. Shawarmas, dulces árabes y hojas de parra de vendieron por montón.

Lama, el jefe de barra. Gonzalo Lama se quedó sin poder jugar el primer día por una lesión, sin embargo, apoyó como uno más a sus compañeros de equipo. Cuando Garín estaba abajo en el marcador, el tenista pedía apoyo al público e incluso tomó la batuta como jefe de barra. Estaba en casa.

El regalo de Nicolás Jarry. La familia del No. 2 de Chile llegó en pleno a apoyar al tenista. Ahí estaban su abuelo Jaime Fillol, su madre y su padre. A éste último Jarry le dedicó un emotivo saludo por su cumpleaños.

Los cigarros del Chino. Durante algunos lapsos Marcelo Ríos desaparecía del court central. Nervioso se escondía detrás de las graderías a disfrutar de vez en cuando un cigarro. Ocho horas de juego lo ameritaban.

El chileno en la banca rival. Lee Brown Pinochet es chileno pero vive hace 24 años en Lima. Ahí ha seguido una carrera ligada al tenis, que lo trajo de vuelta como entrenador de la segunda raqueta peruana Juan Pablo Varillas. Desde el otro lado, terminó con sentimientos encontrados.