David Pizarro, de renunciado a los predilectos en la Roja
El volante de la Fiorentina tiene encantado al cuerpo técnico de Jorge Sampaoli y hoy está a un paso de dejar en la banca a Marcelo Díaz para el debut.
La historia de David Pizarro con la selección chilena tiene tintes de novela, donde sumó varios capítulos de encuentros y desencuentros. Hoy, el presente en la Roja le sonríe.
Tras su renuncia al combinado nacional en 2005, tuvieron que pasar ocho años para que alguien lograra convencerlo de volver. No pudo Marcelo Bielsa ni Claudio Borghi, hasta que llegó Jorge Sampaoli.
En 2013, en el camino al Mundial de Brasil, 'Pek' volvió a jugar un partido como titular defendiendo a Chile ante Bolivia. En ese proceso no logró afirmarse y luego de un confuso episodio tras conseguir los boletos a la cita planetaria, el DT lo borró de su órbita.
Eso hasta que a principios de este año volvió a ser seducido por la camiseta roja: Sampaoli se juntó a conversar con él, "limaron asperezas", como el mismo futbolista reconoció, y fue incluido en la nómina de Chile para enfrentar la Copa América.
Un par de entrenamientos junto a sus compañeros bastaron para que todos pudieran comprobar in situ que el talento del mediocampista está intacto y que, a pesar de sus 35 años, aún tiene mucho que aportar a la selección.
De hecho, en el amistoso del pasado viernes ante El Salvador, en 45 minutos le desarmó todo el plan al estratega, quien siempre le entregó la responsabilidad de ser el volante central a Marcelo Díaz, pero con esa actuación comenzó a dudar.
Así las cosas, la poca continuidad de 'Carepato', sumado al buen juego exhibido en Rancagua por el 'Fantasista', tienen hoy al valor de la Fiorentina con un pie dentro del equipo que jugará de titular ante Ecuador.
"David ha entrenado súper bien. Entiende todos los trabajos y anda prendido. Se nota su experiencia", cuentan desde el interior de Juan Pinto Durán.
Pizarro se perdió las últimas dos Copa América por su marginación del equipo criollo pero hoy, a casi 24 horas del debut, está ad portas de saltar desde el inicio a un Estadio Nacional que estará repleto esperando ver la magia que estuvo alejada de la Roja por largo tiempo.