La grandeza de Martín Lasarte
Azul Azul reconoció el error y entregó explicaciones por el bochorno en las horas previas a la salida de Martín Lasarte de la dirección técnica de Universidad de Chile. La historia es ultra sabida: antes de jugar contra Huachipato, y en plena concentración, Sebastián Beccacece se reunió con algunos integrantes del plantel y les comunicó que no formarían parte del proyecto 2016. ¡En plena gestión del entrenador uruguayo! Porque todavía le quedaban casi 24 horas al mando de los azules.
Luego del triunfo por 2-1 ante los acereros, Lasarte se mantuvo firme junto a la línea de decencia que siguió en su paso por Chile, primero por la UC y posteriormente en la U. "Fue una situación desagradable, desgraciada, muy poco oportuna, dolorosa para mí y para todos. Cuando llegamos al hotel el panorama era el de un funeral", dijo el DT. Fiel a la escuela charrúa, podría haber salido con el pie en plancha, pues estaba todo dado, pero dio otra lección de clase.
El uruguayo se marchó del elenco azul con una cuota importante de logros: el Apertura 2014, la Supercopa 2015 y la pasada Copa Chile. Sin embargo, el punto más alto lo alcanzó en la primera de estas conquistas.
En las antípodas del reciente campeonato, que se adjudicó Colo Colo, la U se proclamó en la ocasión por un punto de diferencia sobre Santiago Wanderers y a tres unidades de los albos. Pero con los tres equipos situados a partir de los 40 puntos. Claramente, el torneo más peleado en la era de los torneos cortos.
Entonces, Universidad de Chile atacaba en forma permanente, gracias a ágiles y profundas asociaciones por los costados. Presionaba en la salida a su rival y los tres atacantes eran los primeros defensores del equipo. El tránsito en la mitad de la cancha era simple y veloz, sin descartar el juego largo, gracias a los balonazos de Gonzalo Espinoza. Ataque construido, pressing y retirada progresiva fueron las concepciones de juego que marcaron la vida de ese equipo.
Después, no fue lo mismo. La eliminación en fase de grupos en la Copa Libertadores fue tal vez el anuncio de que todo cambiaría para siempre. Los dos torneos nacionales estuvieron por debajo de lo esperado, lo que a la larga gatilló la salida del charrúa, a pesar de tener contrato vigente.
Sin embargo, en la época difícil Lasarte jamás perdió la compostura. Siempre defendió a sus jugadores, no vio manos negras en la resolución de algunos partidos y, para él, los árbitros no fueron responsables de las caídas. Incluso fue hasta autoflagelante en la crítica pública hacia su propia labor, tras algunos encuentros.
Internamente, no se sabe si actuaba de la misma forma. Empero, las palabras de sus dirigidos en la hora de la partida lo retratan como un tipo bastante derecho. No hubo ninguno que no lo alabó. Por lo mismo, parece que algo de razón tenía Tomás Costa, ex pupilo en la UC, en otro época. "Martín fue como un padre para nosotros", dijo el argentino, comentando cómo afrontaron el impacto que les causó la derrota en la final contra O'Higgins, en 2013.