Copa América 1987, la final en que la Roja traicionó su estilo
El equipo dejó el buen fútbol y quiso "guapear" ante los uruguayos, que ganaron 1-0. "Me pasé de revoluciones", dice el Mocho Gómez, expulsado a los 14 minutos.
Chile cumplió un gran papel en la Copa América de 1987, en Argentina. La escuadra nacional, que era dirigida por Orlando Aravena y contaba con el 'Cóndor' Roberto Rojas, Fernando Astengo, Eduardo Gómez, Jorge 'Koke' Contreras e Ivo Basay, entre otros jugadores, cayó en la final ante Uruguay. Un partido con cuatro expulsados y muy violento.
La Roja había goleado por 4-0 a Brasil y en semifinales derrotó a Colombia por 2-1 en tiempo suplementario. Sin embargo, en el duelo por el título abandonó el buen fútbol que había mostrado. Por contrapartida, fue un equipo áspero, duro, más preocupado del conflicto que del balón.
Tan así, que a los 14 minutos el 'Mocho' Gómez fue expulsado. "Vino una jugada en la mitad de la cancha, que no era importante, y quise ir fuerte con la pelota, como yo pensé que se iba a dar el partido. Había jugado muchas veces contra los uruguayos a nivel de Selección y también en la Libertadores. Había que poner todo con ellos, pero sin excederse. Eso me pasó a mí", rememora para AS Chile el ex zaguero de Cobreloa.
“Después que me expulsaron, me di cuenta de que la había embarrado en grande. Me quedé en la banca y mis compañeros me agarraban para que me fuera, pero trataba de presionar al árbitro. Y al ratito expulsó a un uruguayo. No digo que haya sido por eso”, agrega.
Astengo compartió el centro de la zaga con Gómez. "Fue un partido con muchas emociones, porque estábamos en una final. Creo que equivocamos el camino. Más los jugadores que el técnico. Él nunca nos dijo que entráramos y no arrugáramos, sino que hiciéramos lo que veníamos haciendo, porque había sido bueno. Jugar al fútbol, a ras de piso, que hiciéramos los movimientos entrenados y los laterales pasaran", dice el ex defensor.
"Sin embargo, en el calentamiento, en la arenga estuvo el problema. Empezamos todos con lo mismo. Nos decíamos que no nos pasaran a llevar, que teníamos que ir fuerte, que no nos llevaran de boca los uruguayos. Pretendíamos que no quedara la sensación de que arrugamos. Eso provocó que nos descuidáramos de jugar y el equipo estaba muy bien así", añade.
Al final, Uruguay terminó venciendo por 1-0, gracias a un gol de Pablo Bengoechea. "Teníamos mérito para lograr el título. En la final, el equipo no anduvo como contra Colombia y Brasil, pero igual fue un partido parejo, era para cualquiera. Éramos un equipo con mucha personalidad. A mí me pasó que me pasé de revoluciones. Quise hacer el mejor partido de mi vida. Tuve una amarilla en una jugada inicial, pero no reparé y no me medí", se lamenta todavía el 'Mocho' Gómez.
Su compañero de zaga opina en el mismo tono. "Si hubiésemos mantenido la línea, sin duda que habríamos tenido chances de ganar. Veníamos con una confianza tremenda. No es fácil hacerle cuatro goles a Brasil y derrotar a una Colombia de nivel extraordinario. Equivocamos el camino. Faltó lucidez para no caer en el juego de ellos y seguir jugando al fútbol, porque nos había dado resultado. Si repetíamos las actuaciones que veníamos desarrollando, teníamos chances de quedarnos con la Copa", manifiesta el ex defensor de Gremio de Porto Alegre y Colo Colo.