Chile cae sin apelación ante Argentina en el debut copero
La albiceleste se impuso con anotaciones de Di María, Banega, y descuento de Fuenzalida. Chile mantuvo la sequía y dejó muchas dudas.
El morbo de la revancha de la final del año pasado y de la ausencia de Lionel Messi pasaron al olvido temprano, al minuto y 45 segundos para ser más exactos, cuando Nicolás Gaitán estrelló un cabezazo en el larguero. Era el presagio de una tarde negra para Chile y gloriosa para la albiceleste, que venció por 2-1 a la Roja y mostró sus cartas credenciales como uno de los favoritos para quedarse con el título de la Copa América Centenario.
La jugada fue una síntesis del partido: Arturo Vidal falló en la salida, Ángel di María la trasladó rápidamente, hizo el centro y el reemplazante de Messi lanzó una parábola perfecta que había dejado sin opción a Claudio Bravo.
Argentina quería desnivelar rápido y cargó la cancha hacia el arco de Bravo, quien tuvo mucho trabajo. Los albicelestes se aproximaban con ataques explosivos, especialmente por el lado de di María.
Pese a ello, el mayor peligro vino al filo de la media hora y en arco del frente, cuando Ramiro Funes Mori falló en la salida y Vidal se la cedió a Alexis Sánchez. El jugador del Arsenal definió a media altura y permitió que la mano derecha del portero Sergio Romero alcanzara a desviar la pelota. Fue la oportunidad más clara del primer tiempo.
En el reinicio, Chile avisó dos veces. Con un tiro de Marcelo Díaz que desvió la defensa argentina y un cabezazo de Gonzalo Jara casi en el área chica que se fue elevado.
Cinco minutos después fue Argentina quien timbró. La perdió Charles Aránguiz, quien hasta ese momento era el mejor jugador de la Roja. Se la robó Banega, quien se la cedió a di María. El Fideo definió al primer palo de Bravo, quien no atinó a achicar hacia adelante, y le dedicó el gol a su abuela recientemente fallecida.
Eugenio Mena salió lesionado e ingresó Fabián Orellana, quien no pudo rematar en una opción clara. El técnico Juan Antonio Pizzi envió a la cancha a Mauricio Pinilla en lugar de Eduardo Vargas, quien anduvo muy bajo, pero el centrodelantero de la Atalanta no gravitó mayormente.
Fue José Pedro Fuenzalida, quien a simple vista era el menos desequilibrante de los tres sustitutos, el encargado de anotar el descuento sobre la hora, tras una salida horrible del Chiquito Romero.