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La Roja

Hernández: "Orellana es caradura para jugar; le falta eso en la Roja"

El volante, que jugó en la victoria ante Bolivia, aseguró que espera más de Orellana, su compañero en el Celta, y descartó ser el sucesor de Valdivia.

Filadelfia
Hernández: "Orellana es caradura para jugar; le falta eso en la Roja"
MAURICIO DUEÑAS CASTAÑEDAEFE

Las lesiones habían sido el gran karma de Pedro Pablo Hernández en la selección chilena. Su historia solo se había reducido a algunos encuentros amistosos en la era de Jorge Sampaoli. “Nunca había disputado un partido en esa posición, Pizzi se la jugó conmigo. Si fallaba, perdía yo, perdía él y perdíamos todos”, comenta a AS Chile el nacido en Tucumán, Argentina.

-Usted había dicho que ansiaba su debut oficial…
Claro, lo necesitaba después de un año.

-¿Cuál fue la mayor dificultad de jugar en esa ubicación?
Pizzi me dio indicaciones defensivas, traté de captarlo rápido para que se hiciera más fácil cubrir a los centrales y todo eso. Si cometes un error ahí, lo pagas caro. Era difícil en ese sentido. Pude manejarlo bien, empecé con pases seguros y a medida que pasaron los minutos agarré más confianza.

-Su reemplazado, Marcelo Díaz, alguna vez dijo que le parecía que usted era el relevo ideal para Jorge Valdivia…
No me siento el sucesor de Jorge Valdivia. Solo quiero aportar un grano para que la selección no deje pasar en banda lo que logró el año pasado.

- Usted no es nacido ni en la U, ni en la UC, ni en Colo Colo y tampoco estuvo en selecciones menores. ¿A quiénes se arrima?
(Ríe) Un poquito de cada uno. Siempre soy así. Para mí, son todos iguales. Me tratan bien. Me dieron el apoyo por ser mi primer partido oficial y gracias a eso, todo se dio redondo.

-Su compañero de habitación es Fabián Orellana, quizá de los más criticados en el inicio del periodo de Pizzi…
En el Celta, es nuestra manija. Logramos muchas cosas gracias a su juego. Es extraordinario, muy cara dura para jugar, eso no se aprende. En la selección le falta eso.

-¿Reconoces al Fabián Orellana del Celta en la selección?
No es el mismo. ‘Fabi’ es un gran jugador. Tiene mucho para dar.

-¿Por qué decidió nacionalizarse en medio de una generación como la actual?
Quizá en otro periodo, hubiese sido más fácil ganarse un puesto. Fue una meta que me puse. Me sentía bien y para estar entre los llamados grandes, era una linda oportunidad. Gracias a Dios ahora se están dando las cosas.

-No le costó poco. Ni en Brasil ni en Chile 2015 pudo jugar…
Las lesiones y sobre todo la que tuve previo al Mundial me dolieron mucho. Por momentos pensé en abandonar…

-¿Abandonar el fútbol o la selección?
La selección. Lo había pensado porque el técnico tenía a sus jugadores y no me sentía parte de ellos. Eso me dolía. Me veía muy lejos. No haber podido ir a la Copa América anterior fue un cachetazo.

-Pero seguía siempre entre los citados…
En ese momento dije ‘si después de este año (2016), no pasa es porque no he llegado al lugar indicado’. Esto fue después de la Copa América. Me había ilusionado después del partido ante Brasil en Londres. Por eso, cuando no me vi en la lista, fue un bajón. Quería estar.

-¿En esos momentos llegó a arrepentirse de haberse nacionalizado?
No, al contrario. Pensé que si no me daban la oportunidad, la iba a buscar de todas formas y les iba a demostrar que estaban equivocados. Quise dar vuelta la torta. Jamás me he arrepentido ni me arrepentiré.

-¿Le gustaría bajar el tono argentino?
Como soy del norte, no soy tan marcado como el porteño. Pero sí, entre un chileno y un tucumano se nota la diferencia. He logrado entenderlos, eso es bueno. Al principio me costaba.

-¿Qué diferencia ve entre usted y Leonardo Ulloa o Francisco Rodríguez, que habiendo podido nacionalizarse para jugar por Chile, no lo hicieron?

A mí me tiraba tanto esta chance que no me importó mucho los grandes jugadores que tiene Chile. Si te quieres mezclar entre los grandes, es el momento.

-El cambio entre Jorge Sampaoli y Juan Antonio Pizzi es notorio, los resultados no le han sido tan favorables como él quisiera. ¿Usted nota esa distancia?
Sí, ha cambiado. Para ustedes también. Creo que el equipo tiene una idea de juego que es la intensidad y eso no se lo saca. Venga quien venga, cada uno ya tiene instalado eso. No se han dado los resultados porque cuando uno está peleado con el arco, las cosas no salen. Por momentos, Chile hace buen fútbol y eso es lo que terminó haciendo la copa anterior.

-Y en cuánto a las relaciones humanas, al régimen más laxo que se observa. ¿Le acomoda?
A mí, no me cambia nada lo que hago en Europa. Creo que los jugadores también necesitamos nuestro tiempo para descansar, para hablar de otras cosas y que no sea fútbol todo el tiempo. Compartir un mate, hablar, ver una película, lo que sea. Uno se despeja un poco.

-¿Ha servido para acercarse entre ustedes?
Sí, es bueno para todos, para conocernos un poco más. Y así sea un grupo más compenetrado y no tan cerrado en grupos. Es diferente y la verdad, se siente bien.

-¿El nivel de la selección ha bajado?
Antes de decir eso, hay que ver cómo llegan acá. Yo en la liga he jugado 38 partidos. Por ahí, el cuerpo ya no reacciona como uno quiere. El nivel no ha bajado. Ninguno se olvidó de jugar. Si están acá, es porque son los mejores.