el día después
La otra cara del Superclásico: Todo lo que no se vio en Macul
Desde los piedrazos al bus de Universidad de Chile hasta la camiseta ensangrentada de Juan Delgado. Todo al estilo de As Chile.
Ya quedó atrás la versión 176 del Superclásico del fútbol chileno. Colo Colo derrotó por 2-0 a la U y el campeonato quedó al rojo vivo. Eso sí, hay historias del choque más importante de nuestro fútbol que pocos vieron. A continuación, un resumen bajo la mirada de As Chile.
El bus de la U sufrió
No es primera vez que pasa. Y seguramente, mientras existan los inadaptados, tampoco será la última. Mientras más se acercaba el bus de la U al Estadio Monumental, más objetos le llegaban. El asunto llegó a tal punto que varias piedras alcanzaron al vehículo. Hubo algunos vidrios rotos, pero afortunadamente el hecho no pasó a mayores e incluso el propio Carlos Heller lo catalogó como "lo de siempre" en su llegada a Macul.
Batalla campal
Los equipos realizaban el trabajo precompetitivo en las afueras de sus respectivos camarines. En la cancha el partido aún no empezaba pero los hinchas ya provocaban problemas: Un sector de la barra de la U logró romper la reja que los separaba de un sector de los fanáticos albos, lo que provocó una pelea de proporciones que pudo ser detenida y controlada por Carabineros antes de que pasara a mayores.
La camiseta de Delgado
Corría el segundo tiempo y Juan Delgado sufrió un golpe que le provocó sangrar de sus fosas nasales. Ya recuperado, el puntero intentó reingresar pero el árbitro no se lo permitió. ¿La razón? había manchas rojas en su camiseta y eso por reglamento no está permitido. Largos minutos pasaron antes de que el delantero pudiera reingresar. La gente se impacientaba y Héctor Tapia también. Al final el juvenil Camilo Rodríguez, que estaba en la banca de suplentes, tuvo que correr a buscar una nueva polera. Algún utilero se tiene que haber llevado un reto.
En camarines la U también fue pifiada
Lejos de terminar con el martirio luego de haber caído por 2-0, los jugadores de la U siguieron sufriendo las burlas de simpatizantes de Colo Colo incluso largos minutos tras terminado el partido. Eso sí, esta vez no fueron los casi 40.000 hinchas que llegaron hasta Macul. No, porque quienes pifiaron al plantel estudiantil cuando se subía a su bus fueron los familiares y amigos de los valores del Cacique que esperaban en el sector de estacionamientos.
Los quitasoles y los proyectiles
En las cuatro esquinas de la cancha había guardias de seguridad con llamativos quitasoles rojos que impedían que a quienes fueran a patear los córners les llegara algún objeto lanzado por los hinchas. Eso sí, cuando la banca de la U se puso a realizar el trabajo de precompetencia los proyectiles apuntaban a ese sector. Ante los constantes reclamos de Gustavo Lorenzetti, Luis Marín y César Cortés los jueces pidieron a los guardias poner tres quitasoles en ese sector.
En clara alusión a los terrenos donde la U pretende edificar su nuevo estadio, un lienzo que lucía en la barra de los azules señalaba con letras blancas "La Pintana es de la U". Claro, hay hinchas que efectivamente quieren llevar el recinto a esa comuna, aunque muchas voces señalan que en ese sector la mayoría de la gente es de Colo Colo.