Cinco finales
Nos pusimos todos pragmáticos. El campeonato entra en la recta final y prendemos la calculadora y empezamos a sacar cuentas de lo que nos conviene para tocar el cielo o escapar del infierno. Nada de jugar bonito y dar espectáculo. Lo que vale ahora es sumar tres puntos como sea más que salir entre aplausos, sin olvidar completamente el orgullo de dejar el alma en la cancha.
Mis hermanos mayores, audinos de toda la vida, hoy en zona de descenso, saben lo que es bailar con la fea. Y los chunchos viejos como yo también. Lo que pasa es que el pueblo azul se mal acostumbró desde hace ya un buen tiempo a navegar en las aguas del éxito y la victoria, y no estoy tan seguro de si eso a la larga nos ha hecho finalmente más felices.
¿Por qué nos ponemos tan pragmáticos los hinchas en esta fase del campeonato cuando empujamos con nuestro aliento para que nuestro equipo levante la copa? Los jugadores dejan el alma en la cancha, queremos creer. Y nosotros los hinchas, ¿qué aportamos cuando el torneo empieza a arder por los cuatro costados?