Hernández
La U… Un favorito a medias
El fútbol está lleno de códigos. Cuestiones que se pueden decir y otras que no. También verdades a medias. Mil veces hemos comprobado que el discurso privado de jugadores y técnicos tiene poco que ver con lo que después declaran en los medios. No lo critico, es parte del paisaje futbolero y, por lo general responde a estrategias como mantener la armonía del plantel, no sacar confianza a los jugadores, blindar al compañero, etc.
En la línea opuesta, sin embargo, se agradece la honestidad de Martín Lasarte al reconocer que la U jugó mejor la primera parte del campeonato que en las últimas fechas. Una realidad visible para todos, incluso para el hincha azul, pero sobre la cual difícilmente otro entrenador se hubiera detenido. ¿Por qué? Porque podría haber sido interpretado como un acto de desconfianza a sus jugadores.
Lasarte no está para pequeñeces. Dice lo que piensa, admite que en San Carlos de Apoquindo conocen a revés y al derecho sus formas y que le guarda cariño a sus ex dirigidos. No por eso se regala, pierde identificación con la enseña azul ni le muestra las cartas al rival. El DT charrúa confía en su trabajo y la capacidad de sus jugadores. Tiene al equipo puntero, mucho no se le puede reprochar.
Las estadísticas, que no mienten y sólo se pueden interpretar hasta cierto punto, dicen que nunca antes la U llegó a un clásico con tantos puntos de ventaja respecto de la UC. ¿Conclusión? Los azules han hecho una estupenda campaña y los cruzados un torneo mediocre. Nada más. No se puede argüir que el partido del sábado es carrera corrida, menos después de la confesión de Lasarte.
La U llega como favorito, es indesmentible. Juega de local, a estadio lleno y dispone hoy de mayores recursos futbolísticos. Lasarte, qué duda cabe, tiene más donde echar mano. Si opta por Suárez y González como centrales, Pepe Rojas pasará a la izquierda. Vidal podría tener cabida al medio, Lorenzetti una oportunidad desde el arranque y, lo más importante, Canales, jugar desde el primer minuto. Los que por lesión no actuaron contra Palestino están al pie del cañón.
Con todo, los clásicos son clásicos y a la hora del pitazo inicial los favoritismos se relativizan. Católica tiene un plantel que se caracteriza por jugadores de perfil contragolpeador y avisó a los cuatro vientos que saldrá a esperar a la U. Todo el año ha debido proponer, ir al frente, ser protagonista sin los mejores intérpretes para ese formato. Lo que durante meses ha sido una debilidad frente a los azules puede ser la vía para el triunfo: aguantar con solidez y salir de contra. Falcioni tiene una oportunidad de oro para empezar a salvar el año.