Maldito receso
Me da una lata enorme que el campeonato se interrumpa justo ahora, cuando la definición del título y los cupos a la liguilla están al rojo. Que me perdone Sampaoli, pero los amistosos me dejan frío, aunque nos toque jugar contra los campeones del mundo. A mí lo que me gusta es la lucha por los puntos, en primera, segunda o tercera división, en competencias escolares o de barrio; que se juegue mi equipo el pellejo, el alma, la vida (en sentido figurado) y el honor, y nosotros, los espectadores, los hinchas, vivamos la experiencia completa de ponernos nerviosos muchos días antes de que la pelota empiece a rodar y solo empecemos a calmarnos cuando el árbitro decrete el fin del partido.
Por segunda semana consecutiva, alcancé a ilusionarme con la posibilidad de que Colo-Colo resignara puntos en su cacería del puntero. Pero un penal sobre la hora a Flores en El Salvador el domingo pasado, y un derechazo arrastrado de Vecchio este domingo cuando solo quedaban cinco minutos y Audax había logrado silenciar al Monumental empatando inesperadamente dejaron todo en el mismo sitio: la U, Colo-Colo y Wanderito luchando punto a punto por la corona de campeón, tal como indicaban los pronósticos deportivos antes de que se jugara la fecha.
Lo de la selección contra Venezuela y Uruguay será una tregua, una distracción, que espero pase rápido. Estuve mirado aquí en as.com el calendario de las próximas jornadas. Decir que Colo-Colo la tiene difícil porque visita a la Católica es no haber visto jugar a la escuadra de Falcioni. Si no hay cambios de última hora, la U jugará el sábado 22 de noviembre a las 4 de la tarde contra Barnechea, Wanderers ese mismo sábado en la noche contra Ñublense en Playa Ancha, y Colo-Colo el domingo 23 a las 4 de la tarde en San Carlos de Apoquindo contra la Católica. De nuevo le tocará a la U abrir la fecha en relación a sus competidores. Me gusta la sensación de meter presión, siempre y cuando ganemos ese partido a un equipo como Barnechea que viene crecido, en racha, y ahora anda pensando en la liguilla en vez del descenso. Si no sucede nada extraño, hay bastantes probabilidades de que los tres candidatos vuelvan a ganar sus encuentros.
De los tres partidos que le quedan a la U, creo que el escollo más difícil será Ñublense en Chillán en la penúltima fecha. Si la U le gana a Barnechea y a Ñublense, será difícil arrebatarle el trofeo. Creo. Maldito receso.