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Entrevista exclusiva

Alexis Sánchez: "No sé si puedo ser feliz sin un balón"

La estrella de Arsenal habla de todo. De su duro inicio en el fútbol, de su llegada al primer mundo futbolístico y de su cercanía con Lionel Messi y Marcelo Bielsa. Entrevista imperdible en AS Chile.

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Alexis Sánchez: "No sé si
puedo ser feliz sin un balón"
FIROSPORT/PHOTOSPORT

Alexis Sánchez disfruta su momento. Se ríe, comparte, juega y responde con una claridad inusitada a la hora de recordar sus inicios. Sus buenas actuaciones en Europa, que lo han consolidado como una de las grandes estrellas de Arsenal, se lo permite.

En esta entrevista no deja nada al azar. Habla de todo. De sus inicios, de su actual momento y de sus sueños. Revela cuál es la posición que más le acomoda y el instante en que supo que ficharía en Barcelona. Incluso habla de la influencia que tuvo de Marcelo Bielsa y su cercanía con Lionel Messi. Imperdible.

-De momento, ¿cómo lleva eso de vivir en Inglaterra? ¿Qué le parece su nuevo hábitat futbolístico?

-Este fútbol es muy duro, es difícil. Cuesta adaptarse. De todas las ligas en las que he jugado, esta es la más complicada. Me gusta el desafío, pero no es fácil.

-Dura, pero la disfruta. ¿Cómo se entiende esa aparente contradicción?

-Los equipos son muy parejos. Los que están abajo les complican la vida a los que están arriba. Todos los partidos se deciden por poquitas cosas. Me encanta eso, que no te puedas dormir.

-No parece que le esté costando tanto. Se muestra participativo, ha marcado muchos goles.

-Poco a poco me estoy ganando la confianza de mis compañeros y poco a poco los voy conociendo más. Al principio me costaba entenderlos, saber dónde corrían, sus movimientos, qué gestos querían decir qué cosas. Pero cada vez me siento más confiado. Sé las virtudes de todos, los voy conociendo mejor. Y eso, a su vez, hace que cada vez me sienta más relajado, que disfrute más.

-¿Cómo van las lecciones de inglés?

-Tengo un profesor y voy a clases a menudo. Cuando se puede.

-¿Qué le exige Arsène Wenger, o cómo le ayuda a adaptarse?

-Como en todos los lados, se trata de conocer el sitio en el que estás. Casi sin querer empiezo a memorizar los movimientos favoritos de mis compañeros y aprendo a ayudarles. Tengo claro que debo mejorar y así me lo dicen en el camarín: podría quedarme un poco menos con la pelota, jugar a un solo toque más seguido para facilitar los contraataques. Eso es vital. Debo aprender eso porque las transiciones rápidas son clave en esta liga y con este equipo.

-Parece que el entrenador está buscando su mejor posición sobre el campo. ¿Dónde se encuentra más cómodo, en la derecha, la izquierda, por el centro? ¿Dónde disfruta más?

-Me encanta jugar en cualquiera de esas tres posiciones, pero estoy un poco más cómodo por la izquierda, porque me permite encarar a los defensores y hacer diagonales con mi pie derecho. Es más fácil anotar goles así, chutear. Pero mientras juegue, la verdad es que soy feliz en cualquier puesto.

-Una cosa que claramente no le gusta es que le sustituyan. No puede disimular su enfado y su frustración. A los entrenadores les gusta ver esa reacción.

-No puedo disimularlo. Desde pequeñito soy un enamorado de este juego y si me sacas de la cancha, ¡es como si me quitaras el balón! De chico jugaba a todas horas. En casa no paraba de darle al balón. Cuando tenía la pelota, cuando jugaba con ella, se me olvidaban todos los problemas o cualquier cosa negativa que estuviera pasando. Disfruto mucho con el fútbol, no pienso en otra cosa.

-¿Tiene en algún lugar metido a ese niño que jugaba en la calle? ¿Sigue recuperando en cada partido ese placer infantil?

-Así es. Siempre he sentido, y lo sigo sintiendo, ese placer por jugar, y la ambición por tener el balón a mis pies. Me encanta compartir ratos con mis compañeros, jugando, entrenando, preparándome para ganar partidos. No tengo ningún inconveniente en trabajar duro para ganar el siguiente encuentro, al contrario.

-¿Qué recuerda de sus primeros pasos con el balón y vestido de corto?

-Jugaba a todas horas de pequeño en mi pueblo, Tocopilla. En la calle. Nadie me entrenó, nadie me enseñó a pegarle a la pelota. Todo lo aprendí jugando en la calle, y llevo conmigo a ese niño enamorado del fútbol. Lo sigo disfrutando muchísimo.

-¿Sufrió de pequeño? ¿Fue el fútbol su salvación?

-Creo que es justo decir que sí, que el fútbol fue mi salvación. Siempre he dicho que si no fuera futbolista, no sé lo que me hubiera pasado. Estoy enamorado de lo que hago, es mi pasión. No sé si puedo ser feliz sin un balón. En realidad, no creo que sea feliz cuando no tengo el balón. La felicidad completa la consigo solo cuando juego fútbol.

-¿Es cierto que en una época tuvo que lavar coches y hacer piruetas en la calle?

-Cuando eres cabro chico, creciendo en un país sudamericano, a menudo no tienes mucha plata y hay que conseguirla para sobrevivir. Eso pasaba en nuestra familia. No teníamos mucho dinero. No podíamos tener excesos. Había que trabajar duro para conseguir lo que necesitábamos. Pero si miro atrás, veo a un niño que lo pasó bien. Me sentía libre, sin responsabilidades, y disfrutando siempre con mis amigos.

-Su madre le dejó una huella imborrable. ¿Ha sido una gran influencia en su vida?

-Mi madre, también mi padre, hicieron muchísimo por mí. Y ahora siento una gran felicidad al poder corresponderles y verles disfrutar de todas las cosas bonitas que ahora les puedo dar.

-Lo de las piruetas en la calle ¿es verdad o un mito?

-Es verdad, es verdad. En el barrio, me ponía en la calle con los amigos y alguno ofrecía 100 pesos, o 50 pesos, si daba una voltereta en el aire.

-¿Quién le daba los pesos? ¿Sus amigos y alguien que pasaba por ahí?

-Mis amigos. Además, también es verdad que limpiaba autos. Ganaba unos pesos para comprar cosas básicas para mi familia y para mí.

-¿Quién le regaló sus primeros zapatos de fútbol? Son de esas cosas que nunca se olvidan, ¿no?

-Creo que fue el alcalde de Tocopilla, (Aleksander) Kurtovic (N. de la R: fallecido en 2006). Mi madre fue a hablar con él para que me regalara zapatos de fútbol porque no paraba de jugar y no lo hacía mal. Un día pasó por casa y me dio unos zapatos. ¡Tremenda alegría! ¡No lo podía creer!

-Cuando se viene de un origen tan modesto, ¿piensa que puede acabar siendo profesional de este deporte?

-Si te digo la verdad, siempre creí que podría dedicarme al fútbol. Incluso de pequeño. Pero me imaginé que lo haría en Chile. Nunca pensé que llegaría a Europa. Pero estaba convencido de que llegaría a primera división en Chile.

-Esa confianza ciega en sus posibilidades, incluso tan pequeño, es indispensable para llegar, ¿no es así? Pero en algún momento necesitan todos ustedes un golpe de suerte, o que alguien crea en ustedes.

-Al principio, lo más importante fue el apoyo que me dio mi familia. Ya de profesional, di un salto importante en mi primer Mundial, el de Sudáfrica. Ahí me empezaron a conocer, pero además comencé claramente a mejorar mi juego. Lo notaba partido a partido.

-¿Cómo fue? ¿Qué sensaciones nuevas tuvo?

-Marcaba más seguido, anotaba en un mayor porcentaje de ocasiones. Comencé a ver el fútbol de otra manera. Veía más allá de lo mío, adquirí cierta visión, contexto. Además, Marcelo Bielsa me ayudó a conocer el fútbol. Aprendí muchísimo con él.

-¿Udinese fue el trampolín perfecto?

-Sin duda. Me cuidaron, me dieron tiempo para adaptarme, estuvieron siempre a mi lado. Me enseñaron muchas cosas y eso me ayudó para luego aterrizar en el Barcelona.

-¿Recuerda el momento en que supo que iba a ser fichado por el Barcelona?

-La verdad es que me sentía preparado, estaba calmado, tranquilo. De hecho, el día que se confirmó la venta al Barcelona estaba jugando a la pelota en la calle con mis amigos en Tocopilla. Un amigo vino corriendo para decirme que se había confirmado lo del Barça. Pero si te soy sincero, no fui consciente de la magnitud de lo que me había pasado hasta que jugué el primer partido con la camiseta azulgrana.

-Y ahora, no hay quién le quite el hecho de que formó parte de uno de los clubes más históricos de este deporte.

-Estoy muy agradecido al Barcelona por llevarme y por ayudarme como futbolista y persona. Aprendí muchísimo de los futbolistas con los que compartí camarín. Y, de verdad, también maduré como persona. Ese vestuario está lleno de buena gente. No tengo más que palabras de agradecimiento al club. Pero estoy en el Arsenal ahora y espero ganarlo todo. Para eso he venido.

-Compartir equipo con Messi, uno de los máximos goleadores históricos de la liga española… ¿Eso cómo se vive?

-Quiere ganar en todo, y todo es todo. En el tenis-futbol, en los partidos. Quiere vencer en todo lo que participa y batir todos los récords posibles por el camino. Tiene una mentalidad ganadora increíble. Nunca, nunca quiere perder.

-Usted es competitivo y ha conocido a uno que lo es incluso más. Eso debe ser lo que le ha convertido en el mejor de la historia. Pero, usted prefirió irse al Arsenal. ¿A qué se debe esa elección cuando otros clubes le quisieron también?

-Gente de confianza me habló mucho y muy bien del Arsenal, de su grandeza, de la calidad de sus futbolistas. Ahora que estoy aquí, me paro a veces a mirar a mis compañeros en los entrenamientos y me doy cuenta de que estoy rodeado de muchísima calidad. Me han impresionado por su actitud y su talento. Sé que con este grupo podemos ganar muchos títulos en los próximos años. Estoy convencido.

-¿Conocía bien a la plantilla?

-No mucho, la verdad, pero me han impresionado. Me encanta cómo buscan y crean espacios, los movimientos individuales y colectivos. Te lo digo en serio. Me gusta tanto lo que veo que me he repetido muchas veces que si tenemos la mentalidad ganadora necesaria, si somos positivos y salimos a ganar todos los encuentros, sé que podemos vencer en cualquier competencia.

-Estuvo jugando de nueve y se decía que era la posición que le iba mejor a usted, pero a última hora el Arsenal fichó a Wellbeck. ¿Qué le parece su compañero inglés?

-Me encanta jugar con él. Tiene un muy buen toque y es goleador. Ha sido un gran fichaje.

-Ya se ha enfrentado a varios de los equipos grandes de la Premier esta temporada. ¿Qué lección saca de sus primeros partidos en su nueva liga?

-Que debo relajarme. Me sobran ganas de hacerlo bien y eso a veces no es buena compañera. Debo tener calma, trabajar mucho. Sé que al final las cosas saldrán, y no por querer acelerarlas salen antes. Debo bajar las revoluciones de mi cabeza para poder elegir mejor, para dar el pase adecuado y meter goles cuando tenga la ocasión.

-¿Habla mucho con Arsène Wenger?

-Disfruto mucho con él, aunque la verdad es que no hablo el suficiente inglés para entender y apreciar todo lo que nos dice. No es casualidad que lleve tantos años en el Arsenal. El mundo entero lo conoce y lo admira.

-En una ocasión se vistió de Santa Claus en Tocopilla. ¿Es para usted importante hacer algo por su pueblo, estar en contacto con los suyos?

-Haré todo lo que pueda por Tocopilla. Es un pueblo pequeño, no solemos recibir muchas ayudas. Me gusta devolverles de algún modo su cariño. Cuando me visto de viejo pascuero y veo la felicidad en la cara de los niños, cuando veo sus sonrisas, es algo que me llega muy dentro, y me emociona.